El WRC ha cruzado el ecuador de su temporada 2023 y, aunque todavía queda mucha tela por cortar, la categoría reina de los rallies tiene en Toyota Gazoo Racing un claro dominador. Nada es casual y contar entre sus filas con el vigente campeón (Kalle Rovanperä) y con una de las leyendas de la especialidad (Sébastien Ogier) hace que todo sea más ‘fácil’. Por el momento, todo en el WRC orbita alrededor de ambos.
Hyundai Motorsport se encuentra inmerso en un ejercicio de pura supervivencia. Thierry Neuville logró en el Rally de Italia-Cerdeña la única victoria de la marca hasta la fecha, aunque eso no resta que el piloto belga, Esapekka Lappi y Dani Sordo hayan cosechado algunos buenos resultados. La muerte de Craig Breen ha sido un duro golpe para Hyundai y también para el Mundial. Un punto negro en una temporada en la que Ott Tänak y M-Sport buscan, sin gran éxito, romper el orden establecido.
La importancia de la continuidad
Toyota ha sido la única marca que ha mantenido los mimbres de su proyecto respecto a 2022. No es cuestión baladí, puesto que la firma japonesa ha logrado mantener a dos campeones del Mundo en el proyecto. El recién coronado Kalle Rovanperä, con el #1, como punta de lanza de las aspiraciones de Toyota Gazoo Racing. El francés Sébastien Ogier como complemento de lujo, con un programa parcial hecho a medida de los deseos del piloto de Gap.
Si a eso sumamos un Toyota GR Yaris Rally1 competitivo en cualquier superficie, el dominio de Toyota se puede entender mucho mejor. Sébastien Ogier ha ganado tres de los cinco rallies que ha disputado -Montecarlo, México y Kenia- y está en guarismos propios de un piloto que compite a tiempo completo. Por su parte, Kalle Rovanperä se ha impuesto en Portugal, mientras que Elfyn Evans ganó en Croacia. Cinco victorias en los siete primeros rallies del año.
Con todo, el punto más destacado hasta la fecha en el dominio de Toyota no son sus cinco victorias, sino que ha logrado casi el 48% de los podios en juego. El ‘póker’ de la marca en el Safari Rally disputado este fin de semana, con sus cuatro pilotos copando las cuatro primeras plazas, quizá es la imagen que mejore representa esta superioridad. Y aunque hay detalles por pulir, como el discreto desempeño de Takamoto Katsuta, poco se puede objetar al desempeño de Toyota.
Trágica pérdida
En la cara opuesta de la misma moneda está Hyundai Motorsport. La firma surcoreana arrancó el año con la esperanza de plantar cara a Toyota. Un pensamiento lícito vistos los destellos del final de la pasada campaña, pero que no se ha cristalizado en algo real. A mitad de temporada, Hyundai sólo puede presumir de la victoria de Thierry Neuville en el Rally de Italia-Cerdeña y de una colección de podio en los que en rara vez ha podido pelear de tú a tú con los pilotos de Toyota.
Más allá del rendimiento y errores de sus pilotos o del nivel competitivo del Hyundai i20 N Rally1, la realidad del fabricante surcoreano no se puede entender sin la trágica pérdida de Craig Breen. El piloto irlandés formaba parte del renovado proyecto de la marca para esta temporada junto a Esapekka Lappi. Un retorno a la que ya había sido su casa que terminó de la peor forma posible. Breen perdió la vida en los entrenamientos previos al Rally de Croacia.
Desde entonces, Dani Sordo se ha visto obligado a ampliar su programa parcial con el tercer Hyundai i20 N Rally1. En este sentido, el cántabro ha respondido en la medida de lo posible con un brillante podio en el Rally de Portugal y con un quinto puesto en el reciente Safari Rally. Más allá de esto, la sensación que trasmite Hyundai es que el sello de Cyril Abiteboul todavía no se deja notar en el proyecto.
Misión imposible
Capítulo y valoración aparte merece M-Sport, por los recursos del preparador de Cumbria en comparación con colosos como Toyota y Hyundai. Sabedores de la posición de inferioridad que tienen, Malcolm Wilson y Richard Millener apostaron por un proyecto ‘comprimido’, pero con razones de peso. El fichaje de relumbrón de Ott Tänak y un sólido Pierre-Louis Loubet son los argumentos del equipo británico en su enésima temporada con el apoyo de Ford, pero sin que la marca se meta en el barro.
Comenzó M-Sport con buen paso, ya que en el Rally de Suecia se llevaron la victoria con Ott Tänak. El piloto estonio también subió al podio en Croacia, coqueteando así con los puestos de cabeza de la general. Pese a la constancia de Tänak, la sensación para M-Sport es la de quiero y no puedo. El Ford Puma Rally1 ha progresado y no está lejos de sus rivales, pero le falta esa última décima por kilómetro con la que amenazar a sus rivales.
Poco se le puede reprochar en cualquier caso a la sociedad ente Ott Tänak y M-Sport, ya que suelen sacar petróleo de los recursos que tienen. Una valoración que no se puede trasladar a la figura de Pierre-Louis Loubet. Tras un gran 2022, el francés está lejos de la versión sólida que mostró el año pasado. En siete rallies ha puntuado en tres y no ha tenido el ritmo que durante la pasada campaña le llevó a sumar dos cuartos puestos.
Destellos españoles
Además de la figura de Sordo, el WRC cuenta con una nutrida representación española en WRC2 y en el Junior WRC. Por la categoría de plata han pasado Daniel Alonso o Pepe López, si bien son tres los pilotos con un programa regular dentro del Mundial. Alexander Villanueva, Miguel Díaz-Aboitiz y Alejandro Cachón. Además de sus copilotos, también hay que tener en cuenta que distintos navegantes como Axel Coronado o Borja Rozada también han competido con pilotos extranjeros como Marquito Bulacia o Emilio Fernández.
Aunque Pepe López logró subir al podio de WRC2 en el Rally de Montecarlo, única cita que ha disputado hasta la fecha, quizá la figura que merece mayor atención es Alejandro Cachón. El joven talento asturiano ha iniciado este año un programa a dos años vista en el Mundial, por lo que está en pleno crecimiento. Aun así, Cachón ya ha dejado algún destello a los mandos de su Citroën C3 Rally2, sin que por el momento su velocidad se haya traducido en resultados.
En WRC3 la representación española también es notable, comenzando por el copiloto Rogelio Peñate como puntal de los éxitos del paraguayo Diego Domínguez Jr. El piloto sudamericano además de pelear por el Junior WRC -cinco fechas- tiene un programa más amplio dentro de la categoría de bronce. No es el caso de Roberto Blach y Raúl Hernández, pilotos españoles en el Mundial Junior. Tras tres citas, el gallego Roberto Blach puede presumir de haber subido al podio en dos ocasiones.
¿Qué podemos esperar hasta final de año?
Tras la primera mitad de la temporada, Kalle Rovanperä y Toyota tienen una posición sólida para revalidar el título logrado en 2022. El finlandés suma 140 puntos y supera en más de 40 unidades a sus compañeros Elfyn Evans y Sébastien Ogier. En similares guarismos se mueven tanto Ott Tänak como Thierry Neuville, como principales bazas de M-Sport y Hyundai. Mucho se tendría que torcer el año, viendo el dominio de Toyota, para que el fabricante japonés no vuelva a ser el rey del WRC.
Sin embargo, la segunda mitad del año debería servir para ver cierta progresión en Hyundai Motorsport ahora que la situación del equipo se ha estabilizado. El papel de Cyril Abiteboul y François-Xavier Demaison, fichado en mayo, se debería empezar a notar en el proyecto. El equipo además se ha movido en el mercado de pilotos y ha incorporado a Teemu Suninen y Emil Lindholm para sustituir a Craig Breen y reforzar su proyecto en WRC2.
Por su parte, M-Sport intentará pescar en río revuelto y apelar a la velocidad de Ott Tänak para lograr nuevos podios y quizá alguna victoria que bien justificaría la propuesta del equipo. Las dos próximas citas son importantes para el preparador de Cumbria, ya que Estonia y Finlandia son rallies de alta velocidad. Escenarios muy del agrado de Tänak y en el que el Ford Puma Rally1 no tiene un mal desempeño. Mientras tanto, la formación intentará hacerse fuerte en WRC2 y WRC3, categorías en las que tiene un mayor peso y que nos pueden regalar una lucha por el título muy bonita.