¿Tenemos la conciencia tranquila desde el punto de vista de la sostenibilidad? ¿Sabes cuánto contaminas? Todo dependerá del grado de información del que dispongamos de todos y cada uno de los actos que protagonicemos en nuestra vida diaria. Especialmente cuando nos situamos al volante de nuestro coche.
El RACC ha presentado recientemente una calculadora desarrollada por el organismo internacional Green NCAP, conocido por su labor de evaluación de la seguridad de los automóviles y, ahora, también de su sostenibilidad.
Siguiendo un método similar al que utilizan para valorar la seguridad de los coches analizados, esta herramienta muestra a cada usuario como afecta su coche al cambio climático, y cual es el volumen de energía que demanda lo largo de la vida de estos vehículos.
Para ello se cruzan diversos tipos de datos, que contemplan desde el país donde se emplea dicho automóvil, hasta la fuente de energía utilizada, y el tipo de uso que del mismo hacen.
Entre los más de treinta mil modelos que forman la base de datos utilizada por Green NCAP algunos de ellos ya habían sido analizados previamente por esta entidad para otro tipo de estudios.
El estudio pone dos ejemplos muy concretos.
El primero toma como punto de partida un coche familiar, de gasolina, con una potencia estimada de 190 MWh, que a lo largo de su vida habrá visitado unas 550 veces la gasolinera. Ello significa un consumo de 22.000 litros de combustible, y unas 50 toneladas de emisiones de Co2 en el ambiente.
El segundo contempla un eléctrico con una batería equivalente a la misma potencia, del que se estima que habrá hecho un ahorro de gases de efecto invernadero muy considerable, aunque su impacto real i la demanda de energía que habrá requerido dependerá de la cantidad de electricidad consumida.
La finalidad de la herramienta LCA disponible en el portal de Green NCAP no sólo suministrará información a los futuros compradores de automóviles, sino que también debería servir como estímulo a los fabricantes para el desarrollo de productos mucho más limpios y eficientes.
Desde Green NCAP -consorcio del cual forma parte el RACC junto a otras veinte organizaciones y laboratorios europeos- buscan promover el uso de automóviles menos contaminantes y más eficientes energéticamente que supongan un incremento en el ahorro de combustible.
El estudio contempla también el “coste energético” de la producción del propio vehículo, desde que este nace en la fábrica hasta que se deposita en manos del futuro usuario.
Una comparativa muy interesante… con tantos datos que puede que induzca a una cierta confusión entre los clientes más dubitativos, y que tal vez debería requerir de la asesoría de algún profesional para su correcta interpretación.