Si hace unas semanas éramos testigos de cómo el equipo de rescate de un famoso programa de televisión recuperabade un paraje montañoso a un emblemático Suzuki Jimny, hoy nos hacemos eco de otro rescate; aunque éste algo diferente y con un final bastante más sorprendente.
En esta ocasión nos centramos en la “operación rescate” que promovieron dos gallegos para recuperar el Seat Panda que, por causas que no se conocen, acabó fuera de la calzada. Si grave es que un vehículo se salga de la carretera y necesite ser remolcado para retornar al vial, más lo es el final de este Panda después del intento por recuperarlo.
Una cuerda poco resistente
Tras observar el vídeo, que encontrarán en este enlace, la conclusión es bastante sencilla: los operativos de rescate deben ir siempre a cargo de expertos, que como mínimo tienen los recursos óptimos para desempeñar las complejas tareas de remolque y arrastre.
Y es que en este documento audiovisual (que ni tiene desperdicio), apreciamos cómo un tractor estira el coche mediante una cuerda. Al intentar incorporarlo en el camino, ésta se rompe y provoca que -debido a la tensión- el vehículo ruede cuesta abajo y acabe estrellado contra un árbol.
Afortunadamente los protagonistas no sufrieron daño alguno y se tomaron con todo el sentido del humor el siniestro de este icónico coche de los años 80. La mujer que graba, se ríe a carcajadas; mientras que el conductor del tractor se echa las manos a la cabeza ante la previsible catástrofe.
La anécdota ha sido recogida por el portal de la revista Jara y Sedal y su periodista colaborador Javier Fernández Caballero. En el artículo, la web destaca el Seat Panda como uno de los vehículos ‘elegidos’ por el mundo rural por su capacidad de resistir el paso del tiempo, los kilómetros y el trabajo.