Terminada la primera mitad de temporada, la Fórmula 1 ha dado un salto de calidad tanto dentro como fuera de la pista que ha aumentado la emoción respecto a las dos temporadas anteriores
Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Han pasado ya seis meses desde los test de pretemporada de Bahrein y la primera carrera del año de F1. Y lo que parecía que iba a ser una prolongación de lo vivido tanto en 2022 como en 2023 ha acabado dejándonos con ganas de que termine el parón ya. Incluso para los que cubrimos la Fórmula 1, que también nos merecemos un descanso, se nos ha hecho corto.
Y ya no solo por lo que ha ocurrido en pista, que no ha sido precisamente poco, sino por todo lo que ha sido una batalla en los despachos que cada vez va dejando más claro quienes son los grandes damnificados que se tendrán que buscar la vida fuera de la F1. Eso si no hay sorpresas de última hora, que es algo que tampoco se descarta del todo.
Maravillosa variedad
Max Verstappen, Carlos Sainz, Lando Norris, Charles Leclerc, George Russell, Lewis Hamilton y Oscar Piastri. Estos siete hombres han sido los encargados de repartirse las victorias en las 14 citas que llevamos disputadas de temporada. O lo que es lo mismo, solo estamos a un nombre a repetir esos ocho ganadores distintos que nos hicieron vibrar en aquella maravillosa temporada del año 2012.
Es cierto que el dominio de Verstappen sigue estando demasiado latente para dar emoción a la lucha por el título. Ha ganado siete de estas 14 pero de éstas, cinco fueron en las primeras siete carreras. Después los rivales dieron con la tecla en términos de evolución y McLaren y Mercedes especialmente han terminado el parón por delante de los de Milton Keynes. Difícil que pierda el Mundial, el que sería su cuarto consecutivo, con 88 puntos de ventaja, pero no será un paseo.
Y esto es algo que hace apenas unos meses era impensable. No hay que olvidar que desde Austria de 2022 hasta el GP de Australia de 2024 a Red Bull solo le escaparon tres triunfos. Prácticamente un año y medio sin que nadie les bajara de lo más alto del podio. Y lo de Verstappen no tenía precedente alguno. Entre 2022 y 2023 ganó un total de 34 carreras. El dominio más bestia nunca visto en la F1.
Por todo ello, y tal y como empezó la temporada, nadie daba un duro para ver tanta competitividad en la lucha por las victorias. Y aún estamos a la espera para saber si Pérez podrá solventar sus problemas y lograr por fin un triunfo con el Red Bull que acabe con las miles de dudas que hay sobre su figura.
La guerra en los despachos de la F1
Y otro factor que nos ha hecho picar el teclado como si no hubiera un mañana ha sido el mercado de fichajes. La bomba que explosionó en febrero con el anuncio de Lewis Hamilton a Ferrari provocó que todo el mundo estuviera pendiente del futuro de Carlos Sainz, que lleva años asentándose como uno de los pilotos más fiables de la categoría.
La ilusión pasaba por ocupar un hueco en Mercedes o en Red Bull pero las flechas plateadas le quieren dar la gran oportunidad a Kimi Antonelli para que pueda ser el ‘nuevo Verstappen’ mientras que los de Milton Keynes han apostado por la continuidad a pesar del pobre rendimiento de Pérez. Después de meses de especulación, Williams se alzó como ganador en la gran subasta que hubo entre los equipos de media tabla para hacerse con los servicios del español. Sí, no es un plan que de primeras no provoque dar saltos de alegría pero no hay que tirar la toalla. Sainz ya sabe lo que es levantar proyectos.
Por otro lado está el tema de Fernando Alonso. Hubo menos especulación para su futuro pero sí que estaba la opción de dejarlo definitivamente. Afortunadamente para aquellos que llevamos viéndolo desde que tenemos uso de razón, la pasión por la F1 no ha desaparecido de sus venas y seguiremos disfrutando del asturiano al menos hasta 2026 con el Aston Martin. Y sí, quizás los resultados no son tan ilusionantes como los podios del año pasado, pero tenerlo ahí a sus 43 años ya es un regalo.
Y si queríamos un poco más de ilusión ahí llegan los rumores. Y es que según se apuntaba desde Italia, Adrian Newey, el genio de la lámpara que ha diseñado tantos monstruos de la velocidad, había optado por fichar por el equipo británico. Así que no está todo dicho.
¿Qué esperar de lo que queda de 2024?
Como ya hemos mencionado el Mundial parece muy encarrilado para Verstappen pero hay aún incógnitas para descifrar. Por ejemplo de que si McLaren y Norris tienen la madurez suficiente para ser capaces de aprovechar la superioridad y no cometer errores estúpidos como el del GP de Hungría que evidencian que hace demasiado tiempo que no copan las posiciones cabeceras.
También está por ver cómo lidian los equipos la evolución del coche y gestión de prioridades de cara también a la próxima temporada con pilotos que ya se sabe que no estarán en la estructura el año que viene. Es el caso de Sainz en Ferrari o el de Hamilton en Mercedes. Además, la lucha por alzarse entre los cuatro equipos punteros es imposible predecir. El nivel de sus pilotos es altísimo y en cada circuito parece que uno está por encima del resto pero a la siguiente cita el orden se invierte. Alzarse como el más regular será clave para el devenir del campeonato de constructores, liderado por Red Bull de momento.
Además también hay pilotos que tienen que atar su futuro como es el caso de Valtteri Bottas o Kevin Magnussen, que llevan muchos años en F1 pero que no está claro si seguirán ligados en el Gran Circo más allá de la presente campaña. Y están otros que tienen contrato pero cuyo rendimiento no está a la altura y su rumbo podría cambiar drásticamente. Y sí, sobre todo hablamos de Checo Pérez. Es cierto que Red Bull lo ha ratificado para la segunda mitad de temporada pero, si pierden el Mundial de constructores por no tener a los dos pilotos arriba, a Helmut Marko y a Christian Horner no les va a temblar el pulso…
