Quién nos iba a decir que una victoria de Hamilton haría esta ilusión

Publicado el

El británico consiguió su victoria nº 104 en el Mundial de Fórmula 1 dos años y medio después de su último triunfo superando así récords increíbles

El dominio de Mercedes entre los años 2014 y 2021 fueron especialmente duros para el aficionado. Es cierto que en 2021 Verstappen logró la hazaña de batir a Lewis Hamilton y a los de Brackley pero aún así estaba claro que seguíamos inmersos en la hegemonía más bestia que se recuerda en F1. Las victorias de Hamilton y sus seis títulos con los alemanes llegaron a ser demasiado monótonos. No obstante, el guion en los últimos años cambió drásticamente para el inglés y que lograra el triunfo en Gran Bretaña el pasado fin de semana fue una sorpresa que despertó una ilusión que pocas veces con anterioridad se habían visto.

Y es que sí, era la victoria 104 de su carrera pero hacía mucho tiempo que el siete veces campeón del mundo vagaba por el desierto. Especialmente en este 2024, donde solo había cosechado un solo podio y donde su compañero George Russell le estaba pasando la mano por encima. Antes de llegar a Silverstone, el jardín de Lewis, George le había superado en nueve de las anteriores 11 carreras disputadas y de las últimas 13 clasificaciones en 11 Hamilton había quedado por detrás. Lewis no ponía excusas, sabía que estaba siendo peor que su compañero.

Hamilton

Quizás no había urgencia debido a todo lo cosechado en temporadas anteriores, pero para un piloto tan agarrado al éxito, estar fuera de lo más alto durante dos años y medio, desde el GP de Arabia Saudí de 2021, es algo a lo que un campeón no se puede permitir. No por lo que digan los demás, sino por la autoexigencia que implica ser el mejor durante tanto tiempo.  

Lo que era monótono hace unos años, ahora se convertía en algo extraordinario. La emoción de Hamilton ante su gente era encomiable. Esta victoria 104 tenía un valor especial. Ese que te permite ver que aún posees ese don que ha sido diferencial en su vida. Habíamos visto muchas celebraciones de Lewis en Silverstone pero ninguna con tanto sentimiento como la del domingo. Y no es para menos. El rey volvía a colocarse su corona.

Récords surrealistas

Hamilton es poseedor de varios récords en F1. Es considerado uno de los mejores de la historia por algo. Es el que más victorias y poles tiene, con 104 en cada faceta, y está empatado en la cúspide del Gran Circo con Michael Schumacher con siete títulos en el palmarés de cada uno.

Con la victoria en Silverstone logró dos récords más a sus 39 años que demuestran que a pesar de que pueda tener otras aficiones, el automovilismo le sigue apasionando. Era su novena victoria en casa. Nadie ha ganado tantas veces en un circuito como Lewis en Gran Bretaña. Él mismo poseía ya el récord con el GP de Hungría empatado con Schumacher, que había logrado ocho en Francia. Pero es que, además, con el triunfo del domingo, entre su primera victoria siendo un rookie en Canadá 2007 y su última han pasado 17 años y un mes.

También es el primero en la historia en lograr una victoria más allá de su Gran Premio 300 en el Gran Circo. Además suma, 12 podios consecutivos en casa y 15 en total, doble récord para un piloto en un circuito en concreto del calendario.

Hamilton

Cifras de absoluta locura que hablan de lo bien que le ha ido a Hamilton durante toda su carrera. Solo en dos temporadas se quedó sin victoria y ya estábamos hablando de declive. Nada más lejos de la realidad.

La autopresión de Hamilton y Ferrari

Cuando decimos que un campeón solo se pide a sí mismo ganar es por algo. Solo hace falta ver la forma en la que hablaba el heptacampeón tras la carrera. A los micrófonos de DAZN admitió que había pasado momentos muy cercanos a la depresión y que necesito de ayuda para salir del pozo. Visto desde fuera, un tío que lo ha ganado todo y tiene todo el dinero del mundo podría pensar que no tiene derecho a pasarlo mal. Pero no amigos, la salud mental puede pasar factura a cualquiera y cuando la exigencia es máxima lidiar con esa presión solo está hecho por unos pocos elegidos. Así que esa liberación de Hamilton tiene un valor mucho más allá de lo puramente estadístico.

Y después está el adiós que se merecía quizás el mejor binomio de la historia. Hamilton no se podía ir de Mercedes con tres años de sequía. El futuro en Ferrari, con el objetivo de devolver a los de Maranello en lo más alto tras tanta decepción, es un reto mayúsculo. Llegar con un mal sabor de boca solo daría alas a los que critican el movimiento en los despachos italianos. Pero no, Hamilton ya ha demostrado que con las herramientas necesarias puede dar guerra aún. Los 39 años no son ningún impedimento. No va a Ferrari para tener un retiro de oro. Va porque se siente capaz y nosotros solo podemos aplaudir su insistencia en demostrar su profundo amor por el automovilismo.

Opinión

Oriol Muñoz Morera

Leer más
Más posts de Opinión