Carácter de deportivo con la funcionalidad y habitabilidad de un crossover de manual
Este es un coche para aquellos que lo quieren todo. El Mini Countryman John Cooper Works es para los que quieren un Mini, pero no uno cualquiera, lo quieren grande, con filosofía crossover y también con prestaciones GTI.
Si empezamos por el primero de esos deseos, está claro que este Countryman tiene todos los ingredientes Mini. Su diseño, especialmente particular, es el típico de Mini, tanto por sus formas exteriores como por su interior, con un cuadro de mandos presidido por las pantallas de aspecto esférico, los apliques de colores, los asientos o los mandos tan particulares de la marca.
Por supuesto, el apellido John Cooper Works implica un plus en todos estos aspectos.
Firma única
Como podéis ver en las fotos, la carrocería está personalizada en cuanto a los alerones, calandra, faldones y con detalles en rojo, cromados y por supuesto el logotipo John Cooper Works (JCW).
Las llantas de este modelo pueden ser de 17”, 18” o como es nuestro caso, de 19 pulgadas, para unos neumáticos de perfil bajo 225/45R19. Dentro de ellas se deja ver el sistema de frenos sobredimensionado con las pinzas en rojo que rematan la estética deportiva de esta variante.
Diseño Sport de serie
Si entramos en el interior, sigue presumiendo de ser un JCW con sus logos por todo el interior, así como unos asientos exclusivos con soporte lumbar y combinación de cuero y tela en Carbon Black de serie o de cuero y piel vuelta opcional. El volante y la palanca selectora del cambio también están personalizadas en cuero y costuras rojas.
Para rematar los detalles específicos, el Mini Countryman John Cooper Works huye de los colorines del resto de la gama para ofrecer apliques de un elegante y deportivo negro piano y como opción con una retroiluminación led.
El más amplio de la marca
Si hablamos de habitabilidad, este modelo, el Countryman, es el más generoso de la marca. Mide 4,3 metros de largo y nos ofrece una homologación para cinco pasajeros. Sin embargo, como todos los Mini y casi todos los de su segmento, asegura la mejor solución para familias de hasta cuatro miembros.
La plaza central trasera es estrecha y el diseño de su banqueta está diseñada para proporcionar el mejor confort posible a los pasajeros laterales. Por el contrario, las butacas delanteras recogen muy bien el cuerpo y, aunque algo duras, son cómodas.
El maletero es de 450 litros, es decir, de nuevo es el mejor maletero de la familia Mini (incluso que el del Mini Clubman con 360 litros) y en general tiene una capacidad más que decente para una familia de cuatro miembros. Lástima que los asientos con desplazamiento longitudinal sean opcionales.
Coche para todo y para más
El resumen hasta ahora podría ser que el Mini Countryman John Cooper Works es un coche que puede pasar por ser una alternativa funcional en el día a día y para familias, pero esconde –aunque mal– una segunda cara, que también tiene una filosofía muy deportiva, ideal para aquell@s usuari@s que necesitan más. Mucho más.
Pues bien, parte de ese secreto lo tiene bien empacado en el vano delantero. Allí encontramos un bloque motor de dos litros turbo, capaz de desarrollar una potencia de 306 CV entre las 5.000 y las 6.250 revoluciones, así como un par de 450 Nm desde solo las 1.750 rpm y hasta las 4.500 vueltas.
Potencia con resultados
Como veis, el motor es capaz de brindar sus máximas prestaciones durante prácticamente toda la banda de revoluciones, y eso se traduce en una respuesta sobresaliente, tanto si buscas una conducción tranquila como deportiva, en la que este propulsor es una delicia.
Acompañando el motor encontramos su cambio automático de ocho velocidades Steptronic, que resulta ideal para mantener una conducción relajada, pero también para jugar en su modo secuencial con levas al volante. Tal vez no es el más rápido en este modo, pero aun así resulta una delicia jugar con las reducciones ante una conducción decidida.
Tracción total como apoyo
Para estas situaciones también ayuda la tracción total con reparto automático ALL4 y autoblocante delantero, capaz de gestionar y distribuir todo este potencial entre las ruedas con mayor motricidad y sin perder feeling de la dirección en las aceleraciones.
Por supuesto, cuenta con los modos de conducción dinámica Normal, Green y Sport, que modifican la respuesta del cambio, sensibilidad del gas, dirección y hasta el sonido del motor, que en el modo Sport se vuelve más gutural, aunque sin ser exagerado.
Aptitudes todoterreno testimoniales
Donde no hay ninguna ayuda es para la conducción off-road. Salvo la tracción ALL4 y el control de tracción básico, estas serán todas nuestras ayudas para movernos por zonas complicadas.
Pero no hay que engañarse, este coche no es para hacer pistas, podría hacerlas, pero básicamente lo que nos asegura es un bastidor para asfalto y que puntualmente puede afrontar esas situaciones críticas de motricidad, como la presencia de agua, nieve o barro, donde por cierto cumple sobradamente y a pesar de los neumáticos 100% asfálticos.
Precisión y agilidad
El bastidor también está pensado para el asfalto, donde se beneficia de un tarado de suspensiones más firme, rebajadas en 10 mm (otra razón para evitar el off-road) y una dirección dinámica mucho más directa, que garantizan una enorme calidad de rodadura y precisión.
Es cierto que si se compara con sus hermanos JCW más pequeños, evidencia más inclinaciones de carrocería y no resulta tan seco de reacciones, pero sigue ofreciendo una muy buena calidad de guiado y agilidad en los cambios de dirección.
¿Crossover o GTI?
El motor, ya os lo hemos dicho, empuja en todo momento y el esquema de tracción total con autoblocante se encarga de transmitir todo su potencial. En estas situaciones, la frenada es potente, aunque tras un rato de darle cera, se nota su desfallecimiento, porque las 1,6 toneladas que declara al final se notan.
En cifras, este Mini Countryman John Cooper Works es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, lo que lo sitúa en la órbita de GTI deportivos como el Golf GTI 300, el Cupra León o el Renault Mégane RS y también muy cerca del Audi S3 de 310 CV, por ejemplo.
Gastador y caro
Los consumos también los colocan en esa misma tabla, pues si bien anuncia oficialmente 7,7 litros a los 100 km, la realidad sube este gasto entre los 8 y los 9 litros, y eso con una conducción normal, por lo que si nos animamos con el pedal del gas, los 51 litros del depósito nos durarán poco.
El precio de este Mini Countryman John Cooper Works de serie es de 51.900 euros, un coste elevado que incluye una gran dotación de equipamiento, pero que como suele ocurrir con la marca, cuenta con numerosas opciones que encarecerán aún más el montante final. De hecho, la unidad que probamos cuenta con un equipamiento opcional que sube el precio hasta los 60.000 euros.
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