Este verano ha llegado a las principales plataformas de videojuegos del momento (PS4, Xbox One y PC STEAM) Project Cars 3, la tercera edición de uno de los videojuegos de carreras de coches más populares de los últimos tiempos.
Si bien la saga había realizado en su inicios un esfuerzo importante por darle al videojuego un carácter realista y de simulador, en esta ocasión Slightly Mad Studios ha cambiado sensiblemente la orientación del juego para hacerlo más accesible, lo que significa más apto para todos los públicos y, por tanto, con un componente menos de simulador y más de arcade.
Esta decisión de los desarrolladores puede descontentar a algunos de los fans de la saga, pero llega para satisfacer a un publico más amplio resolviendo algunas de las quejas que habían tenido versiones anteriores del juego, como que era muy complicado controlar los coches con los mandos habituales de las consolas, con lo que era muy conveniente para disfrutar de una experiencia satisfactoria disponer de volante y pedales.
Project Cars 3, a prueba de DualShock
Bien, en esta entrega esto se ha solucionado, y tras la prueba que hemos realizado desde Solo Auto podemos afirmar que con los mandos DualShock de la PS4 la experiencia de conducción es más que satisfactoria.
Siguiendo en la línea de hacer un juego apto para todos los públicos, Project Cars 3 permite configurar distintas ayudas a la conducción en función del nivel de experiencia del jugador, desde activar o desactivar las ayudas a la frenada y de dirección, hasta el nivel de intrusión del control de tracción, por ejemplo.
Pros y contras de Project Cars 3
En este sentido, el juego te permite ir progresando y aprendiendo, pero quizás no llegue nunca a satisfacer del todo a los jugadores más puristas, puesto que han desaparecido del mismo elementos como el nivel de combustible o el desgaste de los neumáticos. Pero si algún pero hay que ponerle a su nivel de realismo es que, después de un buen accidente, sea contra otro vehículo o contra alguno de los muros del circuito, el coche sigue funcionando perfectamente bien.
En contrapartida, el juego favorece de varias formas una conducción limpia y que aprendamos a trazar correctamente cada circuito. Así, vemos como si nos salimos del asfalto nos anula el tiempo por vuelta, si estamos en una cronometrada, o nos hace perder velocidad y nos vuelve transparentes para que literalmente nos pasen por encima, si estamos en carrera. La idea no es mala, pero algunas de las soluciones las encontramos poco logradas.
Nuestro estilo de conducción determinará también la clasificación de nuestro permiso de conducción, lo que nos permitirá emparejarnos con rivales del mismo estilo cuando accedamos al modo multijugador. Así pues, si nos dedicamos a arrollar rivales ya sabemos qué tipo de jugadores nos vamos a encontrar en las salas para correr carreras masivas.
Modos de juego
El juego ofrece distintas experiencias, como el modo Trayectoria o Evento personalizado para jugar solos, el modo Multijugador para acceder a distintas salas virtuales y jugar contra amigos o jugadores de todo el mundo, y el modo Rivales, un sistema de competición asíncrono con rivales reales que aparecen en la pantalla como “fantasmas” y para el que no necesitamos ninguna suscripción a los servicios de Play Station o de XBox.
A nivel de variedad, el juego dispone de más de 200 vehículos y más de 140 circuitos, todos ellos con ciclos de 24 horas, 4 estaciones y todo tipo de condiciones climatológicas. Si bien en las primeras partidas que jugamos nos encontramos con algunos errores gráficos, especialmente corriendo con lluvia, parece que en los últimos parches estos asuntos se han solucionado y hace ya unas cuantas partidas que no detectamos fallos.
Conclusión
En resumen, Project Carts 3 es un excelente juego para toda la familia, entretenido y progresivo, que fomenta una conducción sana y limpia a la vez que permite disfrutar de la adrenalina de la competición. Cuidado, que alguno de los retos que propone el modo trayectoria son realmente adictivos.