Este Land Rover es una rareza entre los clásicos del todoterreno, se trata de una versión de origen militar británica con un espectacular motor gasolina V8
Oficialmente su denominación es Truck Utility Medium, un registro de bastidor que lo cataloga como una exclusiva edición militar británica y que por supuesto en nuestro país nunca se llegó a comercializar. Se trata del Land Rover Defender 110 V8 militar Soft Top gasolina. y nada tiene que ver con otras preparaciones del Defender que hemos publicado.

Este casi inédito modelo militar de los años noventa, y que descubrimos gracias a una quedada del Club Land Rover España, fue usado por el Ejército del Reino Unido con la denominación de camión utilitario medio –Truck Utility Medium–, como así consta en su placa de serie del bastidor, situada en la parte lateral bajo el asiento del conductor.
Una joya muy rara
Su propietario, de procedencia inglesa, no desaprovechó la ocasión, hace ya algunos años, para hacerse con esta unidad del Land Rover Defender 110 V8 militar descapotable y su deslumbrante motor de gasolina. Toda una joya que en nuestro mercado nacional es casi imposible de encontrar con este propulsor, ni si quiera hoy día que Land Rover Clásicos lo ha recuperado para una serie especial muy exclusiva.

Su intensivo uso y el paso del tiempo ha obligado a su propietario a comenzar los trabajos con la restauración, saneando el óxido de algunas zonas, aunque aún mantiene algún que otro golpe de guerra, que se ha disimulado repintando con el mismo tono del color original de la carrocería. Eso sí, sin emplear el mismo tipo de pintura de origen militar que tenía propiedades antirradar, por lo que simplemente se ha usado una referencia para su uso civil.
Puesta la día tras el servicio activo
El techo de lona bastante deteriorado con el paso de los años también se ha remplazado por uno nuevo con características muy similares al original y con un tono de color muy parecido.

Como extra que no llevaba la versión original del Land Rover Defender 110 V8 militar, se ha colocado un juego de cuatro nuevos aletines de color negro que visten los pasos de rueda y actualizan en parte su estética.
La auténtica joya, el V8 gasolina
Pero tal vez lo más reseñable de esta unidad es el motor delantero longitudinal de 8 cilindros en V de 3.528 c.c., alimentado por sus dos carburadores originales SU-HS6 y su doble admisión de aire mejorada con dos filtros K&N, que ofrece un torque de 90 BHP, en inglés “boiler horsepower”, que equivale a una cifra de potencia de algo más de 90 CV de pura fuerza, y un par máximo de 253 Nm a 2.500 rpm.

Este motor se conjuga con el cambio manual de cinco velocidades LT85 y la caja transfer LT230 con diferencial central. Una combinación que busca aprovechar los excelentes bajos del motor y que es lo que se le exige a un vehículo militar de estas características en detrimento de su velocidad máxima.
Para evitar tentaciones
Esto último, y como curiosidad, también era algo que al Ejército británico le venía en parte bien para evitarse alguna que otra baja extra entre los jóvenes militares, que temerariamente pretendían buscarle las vueltas a este motor.

Otros detalles originales de este extraño Land Rover Defender 110 V8 militar, como el doble ventilador independiente para el radiador, un termostato que abre a 74º en vez de 86º de temperatura y la línea de escape, también se mantienen de serie.
Piezas de reemplazo
El chasis, adicionalmente reforzado de origen por las obligadas especificaciones militares, ha sido adecentado, tras lijar algunas partes para sanear las zonas con más óxido y facilitar así su posterior repintado.
El esquema clásico de la suspensión se ha mantenido igual con sus dos ejes rígidos, pero tanto en el delantero como en el trasero, se han montado nuevos muelles reforzados (Heavy Duty) específicos con amortiguadores Koni Raid de largo recorrido, que elevan la carrocería varios centímetros.
Ruedas adaptadas
Las extremadamente duras ruedas originales Michelin XZL de 7,50 x 16” se han sustituido por un pack de llantas modulares en color negro de 7J16” con unos neumáticos BF Goodrich Mud Terrain T/A en medida 255/85R16.

Por el propio desgaste del tiempo también se han remplazado las protecciones originales, tanto la trasera del depósito de combustible, realizada a medida con 5 mm de grosor, como la delantera que cubre toda la zona del cárter.
Más detalles para el off-road
Además, se han sustituido las propias protecciones que este Defender militar llevaba de fábrica para salvaguardar las barras de dirección y ambos diferenciales.
Las nuevas faldillas traseras van sujetas al chasis con fuertes soportes metálicos y unos acoples de plástico atornillados en los pasos de rueda delanteros evitan que salpique y pueda entrar agua y barro por los largueros del chasis.
Detalles castrenses y modernos
El paragolpes militar delantero de origen es mucho más resistente que el civil de la época y dispone de un enganche central para remolcar con varios metros de maroma de barco, a la vez que el trasero con sus dos típicos peldaños de esquina cuenta con el enganche militar original off-road y su correspondiente toma de freno.
Otra de las modificaciones del vehículo se han realizado a posteriori y se han implementado accesorios extra como las dos entradas laterales de aire KBX en la zona del motor, que mejoran el flujo de aire para la calefacción, algo que es de agradecer en el frío invierno si tenemos en cuenta que el interior del habitáculo de esta versión militar no lleva moqueta ni ningún tipo de guarnecido en las puertas.
Señas de identidad
Pero el cambio más destacado en el espartano habitáculo lo han recibido los duros asientos originales, que han sido suplantados por unos bucket Cobra Daytona, mucho más cómodos y con mejor sujeción lateral.

Esta versión tiene bastantes diferencias con respecto a cualquier otro modelo de la versión de la época, ya que este peculiar Land Rover Defender 110 V8 militar con carrocería de dos puertas y techo de lona no existía en el mercado civil.
Más especificaciones guerreras
Aparte de montar un arco de seguridad original de acero en el interior de la cabina con especificaciones del Ejército, las puertas están construidas en dos piezas a las que se les podía quitar la parte de arriba acristalada de ventana corredera con cierre de puerta anti-estallido.
Llama la atención que en ambos laterales de la carrocería vemos una trampilla con la que se accede a dos amplios huecos para albergar en total cuatro Jerrys de combustible (dos a cada lado que van perfectamente encajados en el interior) y que consiguen aumentar la autonomía del vehículo considerablemente.
Más detalles de ocultación
La rueda de repuesto alojada en el capó y varias sujeciones con las que cuenta el portón trasero para alojar el pico desmontado y una pala rematan aún más su atractiva línea militar.
Otro aspecto estético para mencionar es la ausencia de los embellecedores de los faros delanteros y las luces de señalización esféricas de rosca del frontal y de la trasera del vehículo, también de filosofía militar.
Para la tropa
Para acceder a la parte trasera, solo hay que desenganchar la lona y dejar caer el portón. Una vez dentro, encontrarnos en uno de los laterales un cajón de herramientas a modo de caja fuerte, además de diferentes soportes y enganches para fijar el gato Hi-Lift, la herramienta multiuso Stanley, un juego de planchas y una cortina adicional antihumo para el habitáculo.
Otra curiosidad, es la luz de “secret convoy” que ilumina el diferencial trasero pintado de color blanco que servía para indicar la posición al resto de los vehículos militares que circulaban en caravana sin dar las luces, aparte de contar con otra posición en la que también se anulaba el funcionamiento del claxon.
A la derecha, claro
Una vez sentados en el puesto de conducción, conviene ir adaptándose poco a poco a lo que supone el cambio de conducir con el volante a la derecha con casi todos los elementos del salpicadero a nuestra izquierda, como es el caso de la rueda que en el cuadro de mandos acciona las diferentes luces, junto con una toma de corriente auxiliar directa de batería con su correspondiente conector rojo y negro.

Justo al lado observamos una luz interior cubierta para leer mapas sin ser vistos, una toma de carga adicional USB y de 12 voltios y un soporte metálico donde iba fijado el fusil.
En conclusión, esta edición limitada del Land Rover Defender 110 V8 militar aumenta si cabe aún más la capacidad de resistencia y cualidades off-road del vehículo, siempre con el plus añadido que le otorga la extraordinaria respuesta de su espectacular motor V8.
Por Javier Hernando
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