No, no regalamos este precioso Plymouth, es que queremos avisaros de las condiciones que suelen existir detrás de esos fabulosos concursos donde te premian con un coche.
Hasta hace poco, muchos concursos de televisión tenían como objetivo otorgar el mejor de los premios: coches para los ganadores. ¿Quién no recuerda aquellos flamantes automóviles que regalaban en el Un, dos, tres… responda otra vez el El Precio Justo’ o más recientemente la Ruleta de la Suerte?
También es habitual ver concursos de marcas privadas en radio, internet o revistas donde como gran premio final te hacen entrega de un flamante vehículo. Lo que no dicen es que a menudo ponían y pueden poner, en un compromiso al mismísimo ganador, como si de un caramelo envenenado se tratase.
19% de IRPF
Como es bien sabido, Hacienda también recauda de los premios en metálico y de los regalos en especies que se otorgan los concursos. Se trata de impuestos que se aplican sobre el valor económico, en este caso, del coche y que pueden poner en un aprieto al beneficiario; especialmente si no tiene unos ahorros con los que afrontar el recargo que se le presenta.
A diferencia de las Loterías, los premios en especie aplican una retención del 19% de IRPF, un pago que se debe abonar automáticamente, ya sea por «el que regala» o por el «afortunado». Es decir, un coche valorado en 30.000 euros, implicará un pago de 5.700 euros a Hacienda.
Y no se vayan, todavía hay más…
Posteriormente, cuando llega la Renta de cada año, deberemos declarar el importe del vehículo, porque Hacienda, a diferencia de las loterías oficiales, considera este premio como bienes gananciales, así que toca tributar por el tramo correspondiente. El tipo aplicable es el 22,50 % estatal más el porcentaje de la Comunidad Autónoma donde se resida, una cuantía que puede llegar al 50% del valor del vehículo.
Otra cosa que no se explica es que el vehículo que regalan no suele estar matriculado, por lo que, si el premiador no lo hace constar, deberemos hacer frente a dicho trámite y que supone a día de hoy un trámite extra, así como el pago porcentual del valor base del vehículo antes de impuestos y que va del 0% si es un coche de cero emisiones hasta el 14,75%.
Como vemos un gran premio que en realidad es un descuento muy importante, básicamente el precio de venta fábrica del coche, el resto deberemos pagarlo como si lo compráramos. ¿No está mal verdad?
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