El fichaje del ingeniero más brillante de la Fórmula 1 por Aston Martin conmueve el panorama del Gran Circo y da alas a la ilusión de ver al asturiano lograr su ansiado tercer título con el nuevo reglamento de 2026
Las esperanzas de volver a Fernando Alonso en la cima de la Fórmula 1 están en una montaña rusa desde que el asturiano aterrizó en Aston Martin la pasada temporada. La primera mitad de temporada, repleta de podios, dio alas a la ilusión de cara a este 2024 pero el rendimiento claramente se ha ido para atrás y se vio superado por equipos como Mercedes, Ferrari y McLaren cuando hace poco más de un año solo eran superados por Red Bull. Ahora, cuando la moral volvía a estar en horas bajas, Aston Martin activó la palanca de las palancas: la llegada de Adrian Newey.
Adrian Newey genera la misma o más ilusión que el fichaje de un piloto. Su rol en equipos históricos hace que su llegada tenga la misma influencia que la que pudo tener en su día Lewis Hamilton al anunciar su fichaje por Ferrari. Por eso mismo, Lawrence Stroll, máximo accionista de Aston Martin le ha puesto encima de la mesa un contrato de 25 millones de euros para cada una de las próximas cuatro temporadas. Solo Verstappen y Hamilton tendrán un sueldo mayor la próxima campaña.
Todo el mundo se peleó por él. Sus 25 títulos a sus espaldas no son para menos. Pero, los que nos gustaría ver a Fernando Alonso volver a ganar después de tantos años trabajando para quedarse en la orilla estamos de enhorabuena. La unión de dos genios para dar un último baile.
¿La unión de Alonso y Newey llega tarde?
Si nos fijamos en la edad de cada uno podríamos decir que sí. El piloto ovetense tiene 43 años y el ingeniero cumplirá en diciembre los 66. Por lo tanto, no es descabellado dar por hecho que estamos ante el ‘Last Dance’ (último baile) de cada uno de ellos. Pero ambos personajes aman este deporte con el que más. Han esperado años para poder trabajar juntos y es una oportunidad única para las dos de cerrar su carrera en la cima.
Cabe destacar que Newey supervisará el desarrollo del Aston a partir de 2025, concretamente en marzo. Por lo tanto, junto a Dan Fallows, con el que ya coincidió en Red Bull desde 2006 hasta 2021, para la nueva reglamentación que llega en 2026. Ahí es cuando se notará más influencia.
Sí, en esa época Alonso cumplirá los 45 años. Una auténtica barbaridad pero el asturiano se cuida como nadie y por eso mismo decidió renovar con un contrato multianual con los de Silverstone este mismo año. Y si alguien ha dado con la tecla en el cambio de un reglamento en sus diseños ese es Newey. Y si no que se lo pregunten a Red Bull.
Por lo tanto, sí, no hay margen a largo plazo, es la última bala, pero los dos forman una combinación perfecta para que funcione desde el día 1. Sin nada en la récamara, ¿qué otros podrían apuntar mejor?
El rival que siempre quieres a tu lado
«Empezamos corriendo contra Vettel y ahora competimos contra Newey». Esta es una de las frases más célebres de Alonso en la era que competía contra viento y marea con el Ferrari contra la primera de las hegemonías de Red Bull.
«Estuvimos cerca de que Alonso se uniera a Red Bull en 2008 para la temporada 2009, pero desafortunadamente no llegó a suceder, lo que fue una pena, y por ello seguimos peleando el uno contra el otro. Es una leyenda del deporte, así que tengo muchísimas ganas de empezar a trabajar con él», dijo Newey en la rueda de prensa de su fichaje.
Casi todos, desquiciados por ver a Alonso luchando contra un gigante, soltamos alguna vez «Vettel solo gana por el coche de Newey». Seguramente ni tanto ni tan poco. Sebastian fue el mejor domador de la bestia creada por el británico. Ahora lo recibimos con los brazos abiertos porque en su día queríamos que por milagroso que fuera cometiera un error en el diseño del coche. Solo para ver a Fernando alzarse con esa tercera corona que tanto se resiste.
Siempre quieres tener a Newey en tu equipo y cuando está con el rival es cuando llega la frustración provocada por la perfección. Ahora, los que siempre se han respetado por ser los mejores en su campo, unen sus fuerzas.
Newey da alas a las leyendas
El palmarés de Adrian Newey, si me permiten la expresión, es ‘acojonante’. Ha ganado 25 títulos, 12 de constructores y trece de pilotos en cuatro equipos históricos de este deporte. Y ha dado la oportunidad de vencer a todo tipo de grandes campeones.
Empezando por los cuatro títulos de pilotos y cinco de constructores que logró en Williams. Dio la oportunidad de que veteranos como Nigel Mansell o Alain Prost se subieran a la cima por primera y última vez en 1992 y 1993, respectivamente. Después Damon Hill y Jacques Villeneuve también utilizaron sus maravillas para reinar en la Fórmula 1.
Y en el próximo reto en su travesía, Newey logró que Mika Hakkinen se hiciera con dos títulos mundiales de la mano de McLaren en 1998 y 1999. Es cierto que en esa segunda corona fue Ferrari quien se hizo con el título de equipos pero sin duda su mano fue clave para que el finés se proclamara campeón
Pero sin duda la gran obra maestra fue con Red Bull. Dos hegemonías históricas que solo Mercedes pudo poner fin. Primero con los cuatro títulos de Vettel entre 2010 y 2013 y ahora ya suma otros tres consecutivos con Verstappen que podría alargarse con un cuarto en este 2024. Siempre que han ganado el campeonato de pilotos, los de Milton Keynes se han hecho con el de constructores y eso no se entiende sin la influencia del mejor cerebro del paddock.
Perfiles de todo tipo que tiene algo en común. Newey los ha acompañado hasta lo más alto. ¿Llegará al fin el turno de Alonso?