Las sinuosas carreteras de Molina de Aragón han albergado la mayor concentración de Alpine en España.
Integrada en la comarca de Señorío de Molina-Alto Tajo, de la que ejerce de capital, se encuentra Molina de Aragón. Hablamos de una pequeña localidad guadalajareña situada a 139 kilómetros de la capital provincial y que por un fin de semana se convirtió en la capital patria de Alpine. No en vano, acogió la mayor concentración de vehículos de la firma francesa de automóviles deportivos y de competición propiedad del grupo Renault.
Para ser exactos, medio centenar de vehículos Alpine procedentes de toda la geografía española se dieron cita en ella. Dos tercios de los cuales, por cierto, clásicos. Es decir, producidos entre las décadas 60 y 90.
La concentración fue, sin duda, una ocasión perfecta para comprobar que la comunidad Alpine en nuestro país no para de crecer tras su renacimiento en 2018. No en vano, los nuevos A110, A110 GT, A110 S y A110 R del fabricante francés disfrutaron junto a los clásicos A110, A310, A610 y V6 Turbo de las sinuosas carreteras del Parque Natural del Alto Tajo. Un espacio natural a caballo entre el sureste de la provincia de Guadalajara y el noreste de la provincia de Cuenca que constituye una de las cumbres de la biodiversidad castellano-manchega.
Pasado y futuro, unidos
Asimismo, los propietarios de las anteriores generaciones de Alpine tuvieron la oportunidad de conducir la nueva gama y comprobar cómo se mantiene fiel a los pilares originales de la marca. También pudieron conocer el futuro de la firma, que pasa por una gama completamente eléctrica a partir de 2026. Hasta entonces, Alpine está desarrollando su ‘Dream Garage’, que estará formado por tres modelos exclusivos e innovadores, todos ellos 100% eléctricos.
¿No los conoces? Un compacto deportivo del segmento B, un crossover GT y un sustituto del A110. En cada uno de ellos, la experiencia de conducción se centrará en el conductor, la emoción y el placer de conducir.
“Esta concentración ha permitido a los propietarios de Alpine compartir nuestra pasión, viviendo una experiencia única y reforzando la comunidad Alpine en España, que nació hace ya 60 años”, explica Alberto Usero, organizador de la reunión. “Todos tenemos claro que la sensación de conducir un Alpine es única. Para mí, hacerme con uno de ellos es sinónimo de invertir en felicidad y, por lo tanto, en salud”.
El encuentro, por cierto, coincide con el 60 aniversario del inicio de producción de Alpine en España, país en el que entre 1963 y 1978 se produjeron hasta 1.900 unidades en la planta de Valladolid. Sin ir más lejos, a principios de los 60, arrancó la producción modelo Alpine A108 en una nave de 500 m2 ubicada en la factoría pucelana. Tras el A108, en 1967 llegó a la planta vallisoletana la producción de Alpine A110, que se prolongó hasta 1978. Cabe destacar que nuestro país fue el último en producir el A110.
