O lo que es lo mismo, el primer paso para terminar retirándose del viejo continente
La marca nipona acaba de anunciar que congela todos los futuros lanzamientos de modelos en Europa y lo hace según la propia marca, por la necesidad de recortar el 20% de los costes fijos en los próximos 2 años y así poder cumplir con su plan de recuperación para el año 2022.
Esta es una maniobra que ya se ha visto en otras marcas, pero que finalmente se retiraron de Europa para centrarse en sus mercados más potentes, que en el caso de Mitsubishi está en el asiático. No obstante, la política de apretarse el cinturón también se dará allí, donde igualmente se anuncia el cierre de concesionarios menos rentables.
Volviendo a Europa y con el anuncio oficial de la marca de los tres diamantes, modelos como el Outlander, el ASX, el Eclipse Cross, el Space Star o su pick-up L200 se seguirán vendiendo mientras cumplan la normativa medioambiental vigente, pero en ningún caso recibirán actualizaciones como nuevas generaciones, así que difícilmente veremos la evolución del Outlander PHEV, un modelo que si bien en España tiene un relativo éxito, en otros países comunitarios está dando muy buen resultado.
Esta desconexión del mercado asegurará que la red siga teniendo garantía en su estructura de servicio técnico y recambios pero que, por lógica, obligará a su desaparición si no cambia dicha política. Algo poco probable a no ser que se fuercen las sinergias de su alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que tampoco pasan por su mejor momento con políticas de retirada en Europa como el caso de Nissan y la fábrica de Barcelona.