Las ‘sobradas’ de Verstappen y el por qué las puede hacer

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Max Verstappen fue el auténtico protagonista del Gran Premio de Austria hace tan solo una semana. El piloto neerlandés llegó al Red Bull Bull Ring como máximo favorito y cumplió con todas las expectativas. Incluso llegó más allá.

No en vano, ganó tanto la carrera al sprint como la del domingo pero es que también firmó las dos poles que disputaron, además de adjudicarse los únicos entrenamientos libres del fin de semana.

Pero lo que realmente desató la polémica, una polémica que podemos calificar de absurda es la última vuelta de todo el GP. El de Red Bull preguntó al equipo si podía llevarse el punto de la vuelta rápida pero esto implicaba pasar por boxes con Leclerc a ‘solo’ 23 segundos. Una mala parada y perdían la victoria. Pero eso a Max le daba igual porque sabía que no pasaría así que hizo caso omiso a las recomendaciones que le enviaban desde el muro. Montó el neumático blando con un pit-stop muy rápido y, efectivamente, marcó el mejor crono en el último giro.

Verstappen

No es un gesto de humillación

Para muchos eso fue un gesto feo, de humillación. Nada más lejos de la realidad. Verstappen es un animal competitivo que no quiere regalar nada a nadie. Se ve tan superior al resto que es capaz de arrasar con todos. Y esa vuelta fue una mera demostración de ello. El verdadero problema no son este tipo de cosas, sino que tenga la posibilidad de hacerlas porque los rivales estén a un mundo de su nivel.

Pero no es la única vez que lo hemos visto a lo largo del año. En Canadá ganó con un pájaro muerto en el conducto de freno, en Barcelona el equipo pidió que no arriesgara por los límites de pista y a la vuelta siguiente fulminó la vuelta rápida o en Miami salía el 15º e igualmente se llevó el triunfo por delante de Checo. Ahora mismo es el mejor de la parrilla, no vamos desencaminados si ya afirmamos que es una de las grandes de la historia de la F1, y tiene el mejor coche.

Verstappen

Las hegemonías, el pan de cada día

Porque después de Canadá fuimos un poco ilusos al pensar que tanto Aston Martin como Ferrari y Mercedes se habían acercado a los austriacos. Lo cierto es que, en Montreal, Verstappen casi se va contra el muro y lo primero que hizo es partirse de risa por la radio. Muy preocupado no estaba y apenas dos semanas más tarde nos demostró sus razones.

No estamos diciendo que la situación no sea preocupante. El dominio de Red Bull es más que insultante. Llevan 20 victorias seguidas entre las temporadas 2022 y 2023. Desde Austria del año pasado, donde ganó Leclerc, los de Milton Keynes siempre han estado en lo más alto del podio o con Verstappen (20) o con Pérez (3). Están a un triunfo de igualar el récord de McLaren-Honda con Senna y Prost. Que algo hay que tocar es indudable porque lógicamente ese dominio no beneficia al deporte en absoluto. A nadie le interesa ver una carrera donde el ganador ya se conoce cuando en la salida se pone líder.

Pero que no sea bueno para el espectáculo no significa que sea algo nuevo. De hecho las hegemonías han sido lo habitual en este deporte. Especialmente cuando acaba de arrancar un nuevo reglamento. Venimos del dominio más bestia jamás visto con Mercedes ganando ocho títulos seguidos. Hasta el octavo año de era híbrida nadie pudo molestarles. Y previo a eso ya estuvo Red Bull dominando con mano de hierro con un tal Sebastian Vettel, no sé si os suena. Y ya si vamos más atrás vemos otros casos como el Ferrari con Schumacher o las épocas doradas de McLaren y Williams.

Verstappen

Ya han arrancado las medidas

La F1 actúa pero es algo inevitable. Siempre habrá algún equipo que aproveche más los márgenes de la normativa. La cosa es facilitar a los otros equipos el proceso para llegar a ese nivel. La FIA ya ha tomado partida con la diferenciación de horas que tiene cada escudería en el túnel de viento. El que tenga más puntos menos tiempo de desarrollo obtendrá. Y después está el tema del techo presupuestario, que impide que los equipos con mucho más dinero para invertir tengan un límite que impida probar todo lo que otros equipos más modestos no podrían por no gozar de los mismos recursos.

El motorsport es cíclico y lo único que se puede hacer es trabajar para que las diferencias sean mínimas y si dejamos a un lado a Red Bull y Verstappen el trabajo realizado va por buen camino. Habrá que tener un poco más de paciencia.

Opinión

Oriol Muñoz Morera

Viviendo el sueño de dedicarme al periodismo deportivo. Mi día a día está en la redacción de Mundo Deportivo siguiendo todo tipo de deporte, aunque sin duda mi gran pasión es el olor a gasolina. Con la suerte de haber trabajado en el terreno, sigo con la voluntad de aprender y crecer día a día con el mundo de las carreras a mi lado. Aún queda mucho para ver la línea de meta y solo queda dar gas.
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