¿Te has fijado que cada vez aparecen menos insectos estrellados en el coche? ¿Aerodinámica mejorada o cambio climático?
Tal vez, en los largos viajes de estas vacaciones te hayas percatado que el coche está mucho más limpio de insectos que antaño, pues sí, así está ocurriendo en todo el mundo, es un fenómeno que hasta tiene nombre, se denomina el efecto parabrisas.
Esta sensación que en un principio parecía muy subjetiva, parece que es una realidad muy palpable, hasta el punto de que, como ha recogido la empresa especializada en parabrisas Carglass, ya se están realizando estudios a nivel europeo para averiguar si la aerodinámica de los coches es la culpable de este menor número de insectos estrellados con el coche o si por el contrario hay otros factores que influyen.
Factores espaciales y temporales
Jason Weintraub, director de la de la colección de entomología de la Academia de las Ciencias Naturales de la Universidad de Drexel, explica qué factores inciden en el número de insectos que chocan con un parabrisas.
Estos factores son la zona por la que circulamos; la época del año, pues no es lo mismo la presencia de insectos en otoño e invierno que en primavera y verano; la climatología, pues tanto el viento como la lluvia es un factor que reduce la presencia de insectos voladores, así como la hora del día, porque todos sabemos que al anochecer las luces del vehículo atraen a muchos insectos hacia el frontal. Pero también hay que tener en cuenta combinaciones explosivas como época de apareamiento o migraciones.
Drástica disminución de población
No hay demasiados estudios sobre la población de insectos no carismáticos, es decir, aquellos que no llaman la atención a la población en general. Pero los que se han realizado muestran un alarmante descenso del número de insectos. La Sociedad Entomológica de Krefeld ha medido la cantidad de insectos en más de 100 reservas naturales de Europa occidental, usando la misma metodología, en los últimos 40 años. En 2017 publicaron un estudio histórico que describe una disminución de más del 75% de la biomasa total en ese periodo.
En 2019 se publicó otro estudio, realizado en Dinamarca en el periodo del 1997 al 2017, que analizó la disminución de insectos utilizando los parabrisas de automóviles como método de control. Se registraron descensos entre el 80% y el 97% en varias secciones del trayecto recorrido por los automóviles. En este estudio, el efecto del tipo de automóvil sobre la abundancia de insectos muertos en el parabrisas no alcanzó relevancia estadística.
Irrelevante con coches modernos y antiguos
Otra investigación, que se está realizando en el Reino Unido analizando las placas de matrícula de los coches, ha revelado que los impactos habían disminuido un 50% respecto a los datos de hace 15 años, pasando de 0,2 impactos por milla a 0,1. En esa investigación se han incluido coches clásicos, para ver si su forma menos aerodinámica era un factor determinante, pero no se han reflejado diferencias significativas con los coches modernos.
En este sentido, John Rawlins, jefe de Zoología de Invertebrados del Museo Carnegie de Historia Natural, también sugiere que los cambios en los diseños de los vehículos y sus formas más aerodinámicas puede explicar, en parte, la menor cantidad de insectos que se estrellan contra los parabrisas.
Todo apunta a que cada vez hay menos insectos voladores
Pero, para muchos otros expertos, las formas de los coches son un factor que tiene poca incidencia. Scott Black, director de la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados de Portland (Oregón), asegura en un artículo de la revista Science que “soy una persona que se guía mucho por los datos, pero cuando era joven conducía un Ford Mustang, con unas buenas líneas aerodinámicas, y siempre estaba cubierto de insectos«. Martin Sorg, un entomólogo de la Sociedad Entomológica Krefeld, dice que “yo conduzco un Land Rover, con la aerodinámica de un frigorífico, y en verano se mantiene limpio».
De esto se deduce que la aerodinámica refinada de los vehículos actuales es parte de la culpable de que no se estrellen gran número de insectos, sin embargo, es evidente que el cambio climático y la consiguiente reducción de la biomasa también tiene mucho que ver.