Hace 90 años los Citroën Rosalie lo cambiaron todo

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Presentados en el Salón de Paris de 1932, los Citroën Rosalie -en realidad su denominación era Citroën 8CV, 10CV y 15CV- marcaron un hito en la historia automovilística por su tecnología y prestaciones. Se podría decir que aquellos Citroën lo cambiaron todo hace 90 años.

Los Citroën Rosalie rodaron 25.000 kilómetros a toda velocidad durante 11 días en el circuito de Montlhery para mostrarle al mundo la fiabilidad de la moderna tecnología Citroën. Los Rosalie -por la festividad de Santa Rosalía, cuando fueron lanzados- y su característica carrocería de aluminio batieron en 1932 14 récords internacionales. En la primavera de 1932, se repitió la hazaña con otro C6, el Rosalie II, que recorrió 100.000 kilómetros. Cayeron 60 récords internacionales y 30 mundiales.

Citroën Rosalie

El propio André Citroën estaba personalmente involucrado en estas gestas del motor. El 15 de marzo de 1932 otro de estos coches, el “Petit Rosalie”, comenzaría su particular prueba de resistencia que no se detendría hasta el 27 de julio de 1933, completando más de 4 meses dando vueltas sobre el asfalto.

Aunque el objetivo inicial era superar la barrera de los 25.000 kilómetros, el buen comportamiento del vehículo animó a enfrentarse a retos mayores, hasta alcanzar los 300.000 kilómetros. Sus seis pilotos se alternaban al volante cada cinco horas y sólo podían detenerse para relevarse, repostar o sustituir piezas de desgaste, logrando una media de 93,5 Km/h y batiendo 297 récords, entre ellos 191 internacionales y 106 plusmarcas mundiales.

Citroën Rosalie

Podía haber sido más épico

Y podrían haber caído muchos más récords. El Petite Rosalie no paró su motor por problemas técnicos, sino por una decisión personal de André Citroën, que esperó a esa cifra redonda para celebrar una ceremonia de clausura en el propio circuito en la que aprovechó para lanzar un reto -inmortalizado en la foto que acompaña- a las fábricas competidoras: 3 millones de francos -una verdadera fortuna para la época- a quien lograra superar los 300.000 kilómetros a una velocidad superior a la del “Petite Rosalie” antes del 1 de enero de 1935. Nadie acudió al Quai de Javel, sede central de la marca de los chevrones, para recoger el guante.

Citroën Rosalie

El Petite Rosalie no sería el último de su estirpe, aunque sí el más famoso. Así, en 1934, el Rosalie VI, basado en el Citroën 15 CV de 6 cilindros se enfrentó a la pista durante sólo dos días, pero fueron muy productivos: estableció una plusmarca de velocidad de 150 Km/h, pulverizando varios récords. En julio de 1935, el Rosalie VII batió varias marcas superando en todo momento los 145 Km/h. Cerraría la serie el Citroën Rosalie IX, basado ya en el revolucionario Citroën Traction, que se eligió la carretera y no el circuito como terreno de pruebas, recorriendo un total de 100.000 kilómetros a una media de 1.500 Km diarios.