El embrague, ese elemento tan común pero más desconocido de nuestro coche ¿Quieres saber cómo funciona, cuáles son sus fallos y porqué cambiar el embrague?
El embrague del coche es uno de los elementos más vitales para el buen funcionamiento y la conducción, pero también uno de los más castigados. ¿Quieres saber cuáles son los fallos y averías en el embrague del coche?
Antes de adentrarnos en los problemas que puede dar el embrague de nuestro coche, vamos a explicar que es este mecanismo tan vital en nuestro vehículo y puede que así entendamos que es uno de los elementos mecánicos que más sufre durante la vida del coche.
La teoría
El manual del mecánico dice que el embrague es el dispositivo mecánico responsable de conectar y desconectar la transmisión de energía generada al eje impulsor. Es decir, es el mecanismo que permite transmitir la potencia del motor a las ruedas del vehículo. (vídeo explicativo)
Se encuentra situado entre el propio motor y la caja de cambios y básicamente es un elemento exclusivo de los coches manuales, aunque actualmente también hay versiones automáticas que han sabido pilotar su funcionamiento mediante hidráulica y electrónica, como es el caso de los famosos cambios DSG, Autopilot o CMP.
El embrague es en realidad un conjunto de discos de acero, de fricción y una prensa de presión que une y separa el giro del motor con la transmisión y ruedas.
Se trata de un mecanismo con forma de discos que constan lo que se denomina “volante” un pesado disco de acero que gira solidario con el motor (unido al cigüeñal) y que roza contra otro disco “disco de embrague” compuesto de elementos de fricción (como las pastillas de freno) que bloquea o desbloquea la transferencia de par y potencia entre el motor y la caja de cambios. Este roce con el consiguiente bloqueo o desbloqueo entre discos se hace mediante el «plato de presión«, una especie de muelle, que gestionamos los conductores mediante el pedal del embrague.
No debemos confundirlos con los variadores, que es otro sistema que utiliza aire y aceite para hacer el mismo trabajo que los embragues, pero que en ese caso sí es exclusivo de los cambios automáticos.
Vida útil del embrague
Sea cambio manual o pilotado, el embrague es el elemento principal para gestionar la entrega de potencia del motor con la transmisión, por ello, es fácil deducir que es un elemento sometido a una enorme exigencia de trabajo por la constante fricción del disco, al que hay que añadir el trato que le demos como conductores, ya que somos nosotros los que gestionamos su funcionamiento con el pedal.
En condiciones normales un embrague puede durar entre 80.000 y 150.000 kilómetros de media, siempre dependiendo del tipo de embrague, del trato que le demos o del tipo de conducción que sometamos al coche.
El disco de embrague tiene un compuesto de fricción que bloquea el giro entre el volante, unido al motor, y el cambio.
No es lo mismo conducir siempre por ciudad, con las constantes arrancadas, cambios de marchas y subidas por fuertes pendientes que hacerlo por autopista o carreteras abiertas, donde el uso del cambio y por tanto del embrague es mucho más reducido.
Recuerda sacar el pie
Ir con el pie apoyado en el pedal del embrague es una muy mala costumbre.
Otro factor determinante es si sabemos trabajar con él, pues hay muchos conductores que por descuido o inconsciencia siempre apoyan el pie sobre el pedal del embrague y provocan que éste siempre este algo desembragado provocando un desgaste y subida de temperaturas innecesarias.
Esta indolencia y la de hacer patinar (por inhabilidad o desconocimiento) en exceso el embrague en pendientes o situaciones de carga, son las principales causas de acelerar el desgaste o rotura de nuestros embragues, ya que sometemos a estos elementos a una fricción innecesaria que se traduce en un desgaste anómalo y en los casos más extremos a quemar y solidificar el elemento de fricción del disco inutilizando su misión.
Cómo saber si el embrague falla
El principal síntoma es cuando detectamos que el embrague patina. En este caso el disco de embrague ha perdido o incluso quemado su superficie de fricción e impide el completo bloqueo del sistema. Eso es muy fácil de detectar pues cuando intentamos salir de parado en una cuesta, y al realizar la maniobra habitual de acelerar mientras soltamos el pedal del embrague, observamos que el vehículo no es capaz de moverse o si lo hace es al final del recorrido del embrague y siempre con una aceleración del motor exagerada.
Irregularidades entre la respuesta del motor y la real del coche pueden ser debidos a que el embrague empieza patinar.
Esto ocurre porque el disco patina por esa falta de fricción, lo que provoca es un mayor aumento de temperatura y destrucción del sistema. Cuando empezamos a detectar este problema, será cuestión de muy poco tiempo que finalmente nos quedemos sin embrague.
Otro problema relacionado con estos problemas de desgaste es que en fuertes aceleraciones y sin cambiar de marcha el motor es capaz de hacer patinar dicho embrague a plena carga, entonces detectaremos que el motor se acelera ligeramente, pero sin la correspondiente respuesta dinámica del vehículo.
El volante motor, aun siendo de acero, también puede sufrir desgastes y deformaciones en situaciones extremas.
El pedal nos avisará
Un aviso importante de inminentes problemas relacionados con el embrague son los rebotes que podríamos llegar a notar en el pedal al accionarlo. Son ligeras vibraciones que se producen en el momento en el que se unen o separan los discos.
Esta es una contrariedad que va ligada tanto al desgaste del disco de embrague como a posibles problemas con el plato de presión, que es incapaz de asegurar la presión necesaria para bloquear el sistema.
¿Problemas con las marchas?
Por último, también podría ocurrir que tuviéramos dificultades para insertar las marchas, más duras de lo normal, que no terminan de entrar o incluso que saltan. Si no hay problemas previos en la propia caja de cambios, eso suele ocurrir por fallos y agarrotamientos en el sistema de engranaje y articulaciones del reenvío del pedal al propio embrague.
Cualquier problema que notemos con el cambio de marchas manual podría derivarse del embrague.
Si detectáis algunos de estos fallos y averías en el embrague del coche, lo más recomendable es acudir cuanto antes al mecánico de confianza para que os lo revisen y reparen convenientemente. Como decimos, éste es un mecanismo muy importante y sometido a mucho esfuerzo de trabajo y trato, así que esta operación de sustitución o reparación de embrague, como otras muchas, siempre la debería hacer un profesional cualificado.
1 comentario en «Fallos y averías en el embrague del coche»
Compré una Toyota rav4 año 2022 sin dar señales de problemas de embrague a los 3.300 me dejó en panne en carretera diagnóstico de Bruno fritsch desgaste y desprendimiento de balata embrague, vehículo nuevo duro menos que un chino y no quieren responder por la garantía habiendo habido ya casos similares.
Compré una Toyota rav4 año 2022 sin dar señales de problemas de embrague a los 3.300 me dejó en panne en carretera diagnóstico de Bruno fritsch desgaste y desprendimiento de balata embrague, vehículo nuevo duro menos que un chino y no quieren responder por la garantía habiendo habido ya casos similares.