Los avances de la tecnología en los coches provoca que la Inspección Técnica del Vehículo cada vez tenga más elementos que puedan fallar, sin embargo hay algunos que son habituales desde hace ya mucho tiempo
Pasar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) suele ser un mero trámite que obliga al usuario perder más tiempo en encontrar un hueco para ir al taller durante el día a día. Sin embargo, para que no haya sustos y lo que iba a ser una revisión pase a ser un problema que te impida circular hay que saber cuáles son los fallos más habituales con los que se enfrenta el coche durante el proceso.
Es normal que las pruebas de la DGT vayan siendo cada año más sofisticadas debido también al avance tecnológico constante en el que vive el sector del automóvil. No obstante, hay una serie de fallos que se van reproduciendo año tras año y que impiden pasar la ITV a la primera. Además, son defectos que con revisiones periódicas pueden solventarse rápidamente.
Alumbrado y señalización
Hasta un 25% de los casos de los coches que no pasan la ITV a la primera es debido al alumbrado y a la señalización. Ya sea por los intermitentes o por las luces de corto alcance. Cambiar las bombillas del vehículo no implica un desembolso enorme y no hay que dejarlo ya que la DGT considera algo indispensable ser visto y poder ver con plenas garantías en cualquier circunstancia.
Neumáticos en mal estado
Otro fallo muy común a la hora de pasar la ITV son los neumáticos. Son un elemento indispensable para una circulación seguro y es frecuente encontrarse con neumáticos demasiado usados para poder circular sin riesgo. El dibujo de la goma puede estar ya prácticamente desaparecido y por lo tanto el agarre en el asfalto no es el adecuado y la presión también debe ser la idónea en todo momento. La banda de rodadura nunca debe ser menor de 1,6mm.
En este mismo sentido también es habitual que los ejes no estén totalmente alineados y por lo tanto haya irregularidades en la frenada o que aparezcan vibraciones que en un principio no existían. La suspensión también es un elemento que suele traer varias sorpresas inesperadas cuando se pasa la ITV.
Exceso de emisiones
Seguramente habrá gente que está harta de escuchar que su coche no puede circular por ciertas zonas debido a la cantidad de emisiones que expulsa. No es un tema baladí y es que el medio ambiente hay que cuidarlo entre todos. Por ello es necesario limpiar los filtros de aire o cambiarlo si ya no funciona correctamente y tener el motor limpio y a temperatura adecuada para que no genere más emisiones de las estipuladas a la hora de quemar el combustible.
Este problema ha sido un dolor de cabeza especialmente habitual en los coches que funcionan mediante diésel. Pero, con una normativa cada vez más estricta debido a la situación de crisis climatológica, serán muchos más los afectados. Hoy por hoy supone un 19% de los fallos graves en las ITV
Frenos deteriorados
En el sistema de frenado de un coche hay muchos elementos que deben funcionar a la perfección para ofrecer una conducción segura. Por lo tanto es frecuente encontrarse con pastillas, discos, pinzas o el propio líquido de frenos deteriorados por un uso excesivo sin haberse hecho el recambio. Se calcula que aproximadamente uno de cada seis fallos graves en la ITV es causado por errores en este sistema.
Motor y transmisión
¿Qué decir de la relevancia de tener el propulsor en buen estado? Los fallos más frecuentes en la ITV relacionados con el motor suelen estar relacionados con fugas de aceite o con el anticongelante.
La matrícula, la gran olvidada antes de pasar la ITV
Puede parecer una tontería en la que el usuario no piensa a la hora de pedir cita, pero es indispensable tener la matrícula limpia, en buen estado y visible antes de pasar la ITV. Con el paso de los años, pierden brillantez y los toques o accidentes también la estropean. La DGT obliga poder ser identificado en todo momento por lo tanto es necesario tenerla en todo momento a la vista.
Así pues estos son algunos de los elementos que se deben tener en cuenta antes de pedir cita para pasar la ITV. Cabe recordar que si el coche es nuevo se debe pasar por primera vez a los cuatro años desde la matriculación. A partir de entonces se debe pasar la revisión obligatoria cada dos y una vez pasan diez años, se debe realizar la ITV una vez al año.
