Estamos de enhorabuena. La primera campeona de la historia de la F1 Academy, el campeonato de monoplazas de iniciación consagrado a la participación exclusivamente femenina, es española y se llama Marta García.
Hasta aquí suena bien. Pero esperemos que no sea la última.
Les cuento, les cuento. Andaba yo en mis primeros días como freelance tras haber consagrado casi 25 añitos a una empresa editorial y de promoción de eventos deportivos de referencia internacional, cuando recibo una llamada de un conocido, manager de Ferdinand Von Habsburg, y entonces, de Marta García.
Recordé haber bajado al box de Marta durante su breve participación en la primera etapa del Campeonato de España de F4, aprovechando uno de nuestros eventazos de World Series en Motorland Aragón en 2016. Ella no pudo acabar esa temporada, debido, en parte, a una mochila emocional difícil de gestionar, y… esa palabra clave y tantas veces ausente en estos días… patrocinio.
La oportunidad de su vida
Sin embargo, en 2019, las W Series, iniciativa que ha heredado la F1 Academy, le iba a dar a Marta García la gran oportunidad de su vida: competir gratis en buenos circuitos, en un entorno de ensueño, y con un equipazo de comunicación de primer nivel.
El problema es que este proyecto, que se ganó el respeto de muchos escépticos, (yo la primera), y que fue clave en la progresión y formación de otras dos grandes de nuestro automovilismo en circuitos, como Belén García y Nerea Martí, se quedó sin fondos en 2022 acortando su temporada, a pesar de haber superado hábilmente una pandemia, gracias a la puesta en marcha del mismo certamen en versión e-sports.
We caught up with F1 Academy's inaugural Champion @martaracing, to discuss her title-winning season, where her journey began and what comes next.
— F1 Academy (@f1academy) December 22, 2023
Read the full interview here: https://t.co/p0jzbpLwC1#F1Academy pic.twitter.com/5UJw3ZJMas
Ojo, que ni Marta, ni Nerea, ni Belén, corrían solas. Ni mucho menos. Beitse Visser, en la primera campaña, la eterna Jamie Chadwick, si, verán… es que la campeona de las W Series volvió a correr en el mismo certamen, y volvió a ganar… eso sí, hubo temporada en el FRECA, cuyo monoplaza era el mismo que en W Series, pero no así los neumáticos, hubo nombramiento como piloto reserva Williams, y bla, bla, bla….
Empezamos a familiarizarnos con esos nombres del panorama internacional, y que supieron demostrar su talento. Ya puestos, en 2019, me vi las carreras y la verdad, me divertí bastante. Pero no soy objetiva, me gustan las carreras un montón, me interesa y me importa lo que le pase a Marta, a Belén, a Nerea, a Beitske…
Let's get down to business 🏆
— F1 Academy (@f1academy) March 7, 2024
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Con Wolff a los mandos
La F1 Academy ahora se presenta bajo la batuta de Susie Wolff, vinculada al 100% con los equipos de F1, y con una buena cobertura en TV. Tuvimos la suerte de disfrutar de las W Series en Teledeporte, pero tenerlo en DAZN, vinculado a los productos premium, es lo que toca.
Lo que no me gustó tanto es la frase de Stefano Domenicali, CEO de Liberty Media, viendo lejana la incorporación de una fémina a la F1. ¡Pues sí que vamos bien, Stefano! Ahora igual tardan las niñas dos siglos en tener un patrocinador decente, ya que, en este certamen, las cosas ya no son gratis… hay una parte que debe de asumirla la piloto. Ojito.
La clave para mi será lo que haga Marta este año y las oportunidades que se le presenten. Queremos ver resultados Susie. Porque talento, le sobra.
El legado de María de Villota
Es inevitable pensar en María de Villota y ver qué papel hubiera jugado en todo esto. Lo comento al teléfono con su padre, Emilio. Hay un silencio. Él se toma su tiempo y responde: “María siempre creyó en el trabajo y en el esfuerzo, compitiendo en igualdad. Es muy cierto que cuando llegaba a los equipos, en el inicio de cada temporada, siempre tenía la sensación de que en la parrilla, alguno pensaría :”A ver qué hará esta rubita”.
Pero el trabajo y los resultados acallaron muchas bocas. Y María se nos fue habiendo demostrado, aquel 3 de agosto de 2011 en el Circuit de Paul Ricard, que podía y sabía pilotar un F1.
Estaba lista. Si la hubiéramos tenido hoy, enrolada en un equipo, quizá no hubiera sido ni siquiera necesario montar un campeonato de féminas.