El mito del Bronco vuelve, pero de momento no a Europa

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El sueño de todos los amantes del todoterreno se ha hecho realidad, renace de sus cenizas el Ford Bronco, un modelo que desgraciadamente solo podrán disfrutar los americanos. De momento estará vetado para Europa

El Ford Bronco vuelve a la vida y lo hace para recuperar la reputación que cosechó el primer modelo nacido en 1966. También lo hace porque Ford ha visto que en el mercado de los Estados Unidos hay un rival llamado Jeep Wrangler que prácticamente se está llevando todas las ventas de los todoterrenos puros y duros y que en un mercado como ese es un importante pedazo de pastel.

Sin duda, dos argumentos de peso que han hecho realidad este espectacular todoterreno y que aquí en Europa mirábamos con entusiasmo, una expectación que deberemos aparcar, al menos durante bastante tiempo.

Aunque Ford está trayendo a Europa todas las versiones americanas que puede, como el Mustang Mach E o el Explorer, ya que considera que el mercado Europeo tiene mucho potencial para sus modelos Made in USA.

Pero a pesar de ello, Ford tiene que hacer frente a una importante barrera para ello y es que aquí, en el viejo continente, las normativas anticontaminación y las multas consiguientes cierran las puertas a todo lo que prácticamente no sea híbrido o eléctrico, como es el caso de los dos modelos mencionados antes y como de momento no será el caso del Bronco.

Dos carrocerías de dos y cuatro puertas

El Ford Bronco se ofrece con carrocería corta de dos puertas y 4,40 metros de largo con una batalla reducida a 2,5 metros y una larga de cuatro puertas que crece 40 centímetros tanto para la longitud total (4,80 m) como para la batalla (2,90 m).

Son carrocerías básicas, muy del estilo del que será su enemigo íntimo el Jeep Wrangler, con un sistema modulable de puertas desmontables, techo de plafones, también desarmables y un interior de diseño básico con el suelo de goma y con tapones de vaciado para el vadeo, por poner un ejemplo de su compromiso off-road.

En cuanto a su diseño interior está claro su inspiración en el Bronco del año 66 aunque con la conveniente modernización como la generosa pantalla central de 8 pulgadas central que instala el sistema multimedia Sync4 o detalles como agarraderos para los acompañantes y soporte sobre el tablier para colocar todo tipo gatgets como móviles, GPS o cámaras de acción.

Su bastidor es el propio de un todoterreno clásico con configuración de largueros y travesaños, con la suspensión independiente delantera y eje rígido detrás, derivado del pick-up Ranger pero con muelles para el tren trasero en vez de las ballestas del otro.

De serie y muy mejorable

Los amortiguadores se pueden mejorar opcionalmente, al igual que los neumáticos que puede montar ruedas de hasta 35 pulgadas y que permite elevar la carrocería de los 21,3 centímetros de altura libre al suelo de serie hasta los impresionantes 29,5 centímetros.

El esquema de transmisiones estará disponible con dos variantes una 4×4 con reductora y el sistema Trail Control con siete modos de conducción específicos para, asfalto, tierra, arena, barro, roderas, rocas o nieve y otra opcional con diferencial central bloqueable que permite circular tanto en 4×2 como en 4×4 de modo bloqueado o automático, más la reductora y un sistema de bloqueo mecánico de diferenciales trasero y delantero

En cuanto a motores, y aquí viene el autoveto de Ford para traer el Bronco a Europa, de momento solo estarán disponibles dos bloques gasolina; el 2.3 Ecoboost de cuatro cilindros de 270 CV y 420 Nm de par y el V6 2.7 de 310 CV y 542 Nm, unos motores que seguro elevarían la cuota de emisiones de CO2 de la marca en Europa.

Más adelante anuncian la llegada de una versión híbrida, una variante que no tendría mucha complicación para Ford dada la tecnología que ya tiene desarrollada en ese camino, y que, tal vez podría abrir la puerta a la entrada del Ford Bronco en nuestro mercado.

 

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