Ebro, una marca histórica de la automoción española, se perfila como uno de los hitos industriales más significativos del año. Bajo la dirección de EV Motors, Ebro ha resurgido con un enfoque en la movilidad eléctrica y una alianza estratégica con el gigante chino Chery, que permitirá reindustrializar la antigua fábrica de Nissan en Barcelona. Con la producción de los SUV S700 y S800 en marcha, la firma está lista para marcar un nuevo capítulo en su historia y competir contra la avalancha de rivales que han invadido el sector de la automoción en España.
La historia de Ebro es una de las más emblemáticas dentro de la industria automotriz española. Fundada en la década de 1950 por Motor Ibérica, Ebro se consolidó como un referente en la fabricación de vehículos industriales y agrícolas, incluyendo camiones, furgonetas y tractores, como los famosos Ebro 6000 y 8000.
Sin embargo, tras la adquisición de Motor Ibérica por parte de Nissan en 1987, Ebro desapareció del mercado. Décadas después, vuelve a la vida bajo la propiedad de EV Motors en un contexto marcado por la transición hacia la movilidad eléctrica y el auge de las alianzas internacionales.
La asociación con Chery
La recuperación de la fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona ha sido un proyecto crucial para el regreso de Ebro. Inicialmente gestionada por dos compañías, EV Motors asumió la responsabilidad total al final para darle forma al plan.
Este acuerdo ha permitido una asociación estratégica con Chery, uno de los fabricantes de automóviles más grandes de China, para ensamblar sus vehículos en la factoría de la Zona Franca. Chery es conocida por su sólida presencia en el mercado chino, especialmente en el segmento SUV, y su experiencia en la producción de vehículos eléctricos.
En la primera fase de este acuerdo, Ebro se encargará de montar vehículos del gigante asiático semiensamblados, para, en apenas un año, pasar a producirlos completamente.
Ebro fabricará modelos como el Omoda 5 y el Jaecco 7 para el mercado europeo; además, gracias al acuerdo de colaboración, podrá usar la plataforma tecnológica de estos modelos para desarrollar dos SUV bajo su propia marca: el S700 y el S800.
Esto no solo supone una gran oportunidad para revitalizar la industria automotriz nacional, recolocando a más de 1.000 personas en la antigua fábrica de Nissan en Barcelona, sino también para introducir una nueva gama de vehículos bajo la marca Ebro.
El cambio de rumbo: no al eléctrico, de momento
La antigua planta de Nissan en Barcelona será el epicentro de este ambicioso proyecto, que en un principio iba a resurgir para fabricar vehículos 100% eléctricos. Este enfoque respondía a la creciente demanda de vehículos de cero emisiones y a la necesidad de adaptarse a las regulaciones ambientales cada vez más estrictas. Sin embargo, la entrada de Chery en el proyecto de Ebro ha llevado a un cambio significativo en esta estrategia inicial.
Por el momento, se deja de lado la electrificación para centrarse en vehículos con versiones de motores de combustión interna y versiones híbridas enchufables. Este cambio de rumbo coincide con los movimientos de gigantes como Mercedes, BMW, el grupo General Motors, así como MG y BYD, que desembarcaron en Europa con un planteamiento 100% eléctrico y que han comenzado a ofrecer versiones con motores térmicos.
Gracias a la alianza con Chery, se espera que el centro de producción recupere gran parte de la actividad industrial perdida tras la salida de Nissan. La actividad industrial comenzará a finales de 2024 con los modelos S700 y S800, y se espera que alcance su pleno rendimiento en 2025, con capacidad para producir unas 50.000 unidades anuales según la demanda.
Ebro S700: Un SUV familiar con tecnología avanzada
El Ebro S700 es un SUV de tamaño medio basado en la plataforma del Chery Tiggo 7, que mide 4,51 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,69 metros de alto. Este modelo, que se ubica en el segmento C, se presenta como una opción ideal para las familias y competirá contra modelos como el Hyundai Tucson, el Skoda Karoq, el Citroën C5 Aircross, el Nissan Qashqai, el Opel Grandland y el Renault Austral.
El S700 estará disponible en versiones de combustión y como híbrido enchufable (PHEV). Las versiones de combustión contarán con un motor de 1.6 litros T-GDi de cuatro cilindros que desarrolla 150 CV y un par máximo de 275 Nm, acoplado a una caja de cambios automática DCT de doble embrague.
La versión híbrida enchufable combinará un motor de 1.5 litros T-GDi de gasolina con un motor eléctrico de imanes permanentes, alcanzando una potencia combinada de 350 CV y una autonomía eléctrica de 80 kilómetros. Ambas alternativas serán de tracción delantera.
Ebro S800: El SUV premium de siete plazas
El segundo modelo, el Ebro S800, se posiciona como el SUV premium de la marca, ofreciendo mayor tamaño y lujo. Basado en el Chery Tiggo 8, este modelo mide 4,72 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,70 metros de alto, con capacidad para siete pasajeros gracias a su configuración de tres filas de asientos.
Ubicado en el segmento D, competirá contra modelos como el Peugeot 5008, el Skoda Kodiaq, el Hyundai Santa Fe o el Kia Sorento.
Al igual que el S700, el S800 estará disponible en versiones de combustión (etiqueta C) y como híbrido enchufable (etiqueta 0) y se diferenciará por su mayor tamaño y capacidad de carga, así como por su enfoque en la comodidad y el lujo.
A pesar de su enfoque premium, Ebro planea mantener precios competitivos, alineados con las estrategias de Chery en otros mercados, lo que indica precios entre 30.000 y 35.000 € para el S700 y entre 35.000 y 40.000 € para el S800.
Ebro Pick-Up: un proyecto en stand-by
Originalmente, Ebro tenía planes para lanzar una pick-up eléctrica basada en la Nissan Navara, así como una furgoneta eléctrica derivada de la NV200. Estos proyectos fueron anunciados con entusiasmo, especialmente la pick-up, que se mostró en el Salón de Barcelona del año pasado.
Sin embargo, la prioridad actual de la marca es la producción de los SUV S700 y S800, lo que ha llevado a retrasar el desarrollo de la pick-up eléctrica. Según los responsables de Ebro, este proyecto no ha sido abandonado, sino que se ha pospuesto para una fase posterior.
No obstante, en la web de Ebro se puede encontrar un apartado específico que revela el diseño y algunas características importantes de este futuro lanzamiento, como una autonomía de 440 km, una potencia de 220 kW (295 CV), unas medidas de 5,21 m de largo, 1,85 m de ancho y 1,78 m de alto, para un peso total de 2.300 kg.
El futuro de Ebro
El regreso de Ebro al mercado automotriz es un ejemplo de cómo una marca histórica puede adaptarse a los tiempos modernos y a las nuevas demandas del mercado. Con los SUV S700 y S800 y el ensamblaje de los modelos Omoda 5 y Jaecco 7, Barcelona recupera parte de su industria y da empleo a miles de personas de la extinta fábrica de Nissan.
EV Motors, la matriz de Ebro, ha logrado recientemente una ampliación de capital de 40 millones de euros, superando en 1,3 veces la demanda inicialmente prevista. Esta ronda de financiación refleja un fuerte interés inversor en el proyecto de reindustrialización de la antigua planta de Nissan en Barcelona. Los fondos obtenidos no solo permitirán a la empresa avanzar hacia su cotización en BME Growth, sino que también desbloquearán inversiones adicionales.
Con los lanzamientos de estos modelos previstos para finales de 2024, Ebro no solo busca recuperar su relevancia en España, sino también expandirse a nivel europeo, aprovechando la experiencia y las plataformas tecnológicas de Chery.
