Seat lanzó en 2018 un desafío al mundo: Cupra. Una marca independiente que, con el nombre que en la firma española solían ponerle a sus modelos más deportivos, nos ofrecía ser diferentes. Ser más tecnológicos. Ser un poco más felices. Como el León que no es un Seat y está pensado solamente para gourmets: el Cupra.
Viví la gran experiencia de mi semana con este coche en el túnel largo de la M30 de Madrid. La cosa duró aproximadamente un minuto. Desde la izquierda, alguien me daba toquecitos no molestos pero insistentes con el claxon. Circulábamos en paralelo a 70 kilómetros por hora y yo no entendía si había hecho algo mal o si llevaba las luces apagadas. Pero se trataba de otra cosa.
A mi lado, un conductor treintañero me levantaba el pulgar derecho y me felicitaba con una mirada vibrante que lo decía todo: el coche le parecía una maravilla y él estaba muy contento de que yo pudiera disfrutarlo. Se lo agradecí con otra mirada, una sonrisa y el levantamiento de mi propio pulgar izquierdo. El tipo estaba realmente feliz de que yo pudiera disfrutar de este coche. Cuando se lanza una marca, una cosa difícil es incorporar la última tecnología y que todo funcione y encaje desde el principio, pero otra realmente complicada es generar prestigio y, sobre todo, ilusión.
La versión más radical del Cupra León
Este es el más deportivo de los Cupra León, un híbrido enchufable de raza con 6,4 segundos en la aceleración de 0 a 100, cambio automático DSG de 7 velocidades, discos de freno deportivos de lujo Brembo y 15 niveles de dureza de la suspensión regulable. Esto último es una delicatesen clave, ya que permite disfrutar de una conducción deportiva poniendo rígidas las suspensiones, pero sin que esto sea molesto. Quiero decir, sin llegar a convertir el automóvil en una máquina realmente deportiva que lo convierta en un aparato incómodo en la carretera, especialmente en un uso familiar. El acabado VZ Cup del Cupra, una especie de “Cupra del Cupra” con plus y quintaesencia de disfrute, supondrá pagar entre 7.600 y 9.000 euros más, según las versiones.
La unidad de pruebas de este compacto tenía una carrocería de cinco puertas. En cuanto al motor, hay dos. Uno turboalimentado de gasolina de 1.400 centímetros cúbicos y 150 caballos y otro eléctrico de 116. Una cálculo simple indica que eso equivale a 245 caballos de potencia máxima cuando ambos propulsores están funcionando al unísono. Eso y 40 Nm de par motor. Sobra potencia.
Siempre seremos discretos al iniciar el uso, pues el coche arranca por defecto en modo eléctrico. Eso se agradece en el garaje, especialmente si son las seis de la mañana y uno todavía no se ha adaptado a un mundo lleno de ruidos. Incluso en condiciones de poca carga de batería, el coche hace lo que otros híbridos enchufables no saben: reserva un mínimo de energía para poder arrancar sin hacer ruido. Ese silencio elegante y la inmediatez del impulso asociada al motor eléctrico marcan el carácter del coche durante los primeros metros del recorrido.
La Dirección General de Tráfico concede la etiqueta 0 a los híbridos enchufables que pueden recorrer 30 o más kilómetros consumiendo solamente electricidad. Pues bien: la batería del Supercupra es de 13 kWh, lo que le permite a este circular hasta 52 kilómetros en modo únicamente eléctrico. Etiqueta 0, pues. Esto normalmente significa poder atravesar zonas ciudadanas de bajas emisiones y también aparcar gratuitamente en las zonas verde y azul de Madrid, por ejemplo.
Más detalles a tener en cuenta: el maletero. La zona de carga se reduce en 110 litros en comparación con un León o con los nuevos Cupra León de 300 CV, alcanzando los 270 litros. Sí mantiene sus formas cuadradas pero es que en algún lugar hay que colocar la batería.
Algo importante en un coche es la luz. Este auto lleva delante unas luces LED llamadas Matrix. Son de serie y, además, permiten viajar en carretera de noche con las luces largas, porque el sistema se encarga de bajarlas para no deslumbrar cuando nos cruzamos con alguien. Y algo importante de los Cupra es siempre la ambientación interior con luces de diferentes colores cuya misión es relajarnos y dejarnos pensando… “¡Qué bien!”. El lujo del color.
Por último, los colores mate de las llantas negras o de color cobre son realmente diferentes a todo lo que has visto. Y, si quieres un uso realmente deportivo, puedes equipar el coche con neumáticos “semislick” deportivos. O sea: con muy poco dibujo.
Ficha Técnica del Cupra León 245 CV VZ Cup
Propulsión | PHEV (híbrido enchufable) |
Potencia (CV) | 245 |
Motor de explosión | 4 cilindros, 1.395cc |
Potencia motor de explosión (CV) | 150 |
Potencia motor eléctrico (CV) | 116 |
Combustible | Gasolina y corriente eléctrica |
Consumo (l/100km) | 7,2 (WLTP) |
Caja de cambios | Automática DSG 7v |
Emisiones de CO2 (g/km) | 35 |
Longitud (mm) | 4.398 |
Anchura (mm) | 1.799 |
Altura (mm) | 1.467 |
Capacidad del maletero (litros) | 270 |
Nº Plazas | 5 |
Nº Puertas | 5 |
Toma de corriente | 12V |