El eterno dilema cuando tenemos que decirnos por nuestro futuro vehículo, especialmente si hablamos del Segmento SUV. En este reportaje os ponemos los pros y contras de esta elección
¿4×2 o 4×4? Este es uno de los numerosos los argumentos que deben valorarse antes de tomar la decisión de comprar nuestro vehículo, pues todo dependerá de aspectos como las prioridades del conductor, el presupuesto destinado y el tipo de conducción que se prevé realizar.
Todos soñamos con nuestro SUV ideal, pero eso no pasa obligatoriamente por la tracción total. No al menos para todos.
No hay duda de que los SUV están de moda. Solo hay que ver cómo este sector ha ido creciendo a pasos agigantados en los últimos años hasta convertirse en una auténtica referencia para muchos conductores.
SUV, el segmento omnipresente
Hoy en día, cuesta encontrar alguna marca automovilística que no disponga en su gama de uno o varios modelos de este tipo de vehículos, que se han ganado un lugar privilegiado dentro del mercado gracias a cualidades como su polivalencia, su estética aventurera, su amplitud interior, su posición de conducción elevada y su mayor altura libre al suelo.
Los crossover de tracción total tienen ventajas dinámicas, pero también desventajas de peso, mantenimiento y consumos superiores.
Cuando llega el momento de adquirir uno, en muchas ocasiones surge una duda importante. ¿Es mejor que tenga sistema de tracción 4×2 o 4×4? Existen diversas circunstancias que deben valorarse antes de decidirse y que, si te tienen en cuenta, pueden beneficiar al uso que le vayamos a dar y también a nuestro bolsillo, algo que siempre es de agradecer.
La lógica se impondría
En un primer momento, se podría llegar a la conclusión rápida de que es mejor tener tracción integral por si se llega a necesitar, que necesitarla y no tenerla. Pero lo cierto es que esa no es imperiosamente la opción más inteligente, sino que es preferible saber si de verdad nos conviene que nuestro SUV cuente con ella o no por diferentes motivos y justificaciones.
Muchos SUV de tracción delantera se complementan con controles de tracción más adaptado a pisos deslizantes.
Uno de los primeros condicionantes que surgen es el precio, pues las variantes con tracción en un solo eje siempre son algo más económicas que las que disponen de las cuatro ruedas motrices. Hay que tener en cuenta que, generalmente, no se trata de enormes diferencias de precio.
4×4 suele ser igual a tope de gama
Sin embargo, se dan casos en que las alternativas 4×4 van asociadas obligatoriamente en nuestro mercado al acabado superior de la gama de un modelo e incluso también a las transmisiones automáticas. En este caso, el desembolso sí que puede llevar consigo aumentos muy significativos.
Muchas veces, dentro de una misma gama las variantes 4×4 suelen ir ligadas a los acabados más exclusivos y caros.
Una vez superado el tema del precio de compra, llega el momento de preguntarse cuáles son las condiciones en las que se va a conducir el automóvil, comenzando por el asfalto. Por ejemplo, si rodamos comúnmente por carreteras en mal estado o vivimos en una región muy lluviosa que nos lleva a conducir a menudo sobre asfalto mojado, la tracción a las cuatro ruedas puede resultar un aliado muy conveniente.
La otra cuestión; la seguridad
Hoy en día, los nuevos modelos incorporan multitud de ayudas electrónicas a la conducción en materia de seguridad, pero el hecho de contar con ese extra de motricidad que ofrece un sistema 4×4 se convertirá en una mayor tranquilidad, por ejemplo, a la hora de enlazar curvas por carretera en días lluviosos.
La tracción 4×4 siempre ofrece un plus de seguridad ya que garantiza una motricidad superior sobre pisos deslizantes
Si nos movemos habitualmente por regiones geográficas con bajas precipitaciones o por carreteras en buen estado, contar con tracción integral no será ni mucho menos fundamental.
Fuera de asfalto
También habrá que tener en cuenta si vamos a circular solo por asfalto o bien realizaremos a menudo rutas fuera de él. Para recorrer esporádicamente una pista de tierra sencilla que nos lleve a una casa rural donde pasaremos el fin de semana o al inicio de una excursión de senderismo, la mayor altura al suelo de un SUV con respecto a un turismo probablemente sea más que suficiente sin necesidad de un sistema 4×4.
Si eres de espíritu aventurero, no lo dudes.
Ahora bien, si entre nuestros planes cotidianos se encuentran rutas de longitud media o larga por pistas de tierra con gravilla o que puedan quedar algo enfangadas, es preferible que nuestro SUV equipe tracción a las cuatro ruedas. Algo similar sucede con la nieve, pues el sistema 4×4 nos ofrecerá mayores garantías para seguir avanzando en tales circunstancias.
Los aliados de los 4×2 o 4×4
En este caso, habrá que valorar también el calzado que monte el vehículo, pues un todocamino 4×2 con neumáticos de invierno y cadenas puede llegar a ofrecer incluso algo más de motricidad que ese mismo vehículo con tracción integral, pero con neumáticos de verano. Por supuesto, también tecnologías como el control de descendeos que también ayudarían a su eficacia en pistas ya sean versiones 4×2 o 4×4 (Aquí te explicamos qué es y cómo funciona el control de descensos electrónico de tu vehículo)
Tracción simple o integral, siempre deberíamos contar con unos buenos neumáticos y en situaciones extremas, unas cadenas.
Por otra parte, en ocasiones el perfil bajo de los neumáticos que vienen de serie pensando más en un uso asfáltico se puede convertir en un inconveniente a la hora de rodar fuera de carretera, independientemente del tipo de tracción que incorpore el vehículo.
Mas tracción, más desgaste
Sobre el ámbito de los neumáticos también cabe señalar su desgaste. Cuando las cuatro ruedas son motrices todas se desgastan por igual y deberán cambiarse al mismo tiempo, ya que todas reciben la fuerza del propulsor.
Con tracción total permanente los neumáticos se desgastan más, con los 4×4 de reparto inteligente dependerá del uso que le demos, mientras que los de tracción simple duran más, siempre y cuando sepamos permutarlos cada cierto tiempo.
No sucede lo mismo con un sistema 4×2, pues los neumáticos del eje que no es motriz tendrán un menor desgaste y, por lo tanto, una mayor duración.
La tracción 4×4 no lo hace un todoterreno
En cualquier caso, al margen de los neumáticos, para una conducción habitual sobre terrenos complicados alternativos al asfalto siempre será más recomendable contar con tracción a las cuatro ruedas que solo en dos de ellas. Eso sí, en lo que respecta a las posibilidades de un SUV con cuatro ruedas motrices debemos señalar que nunca hay que confundirlas con las de un auténtico todoterreno.
Si realmente nos fusta el off-road, tal vez deberíamos olvidarnos de los SUV y apostar por todoterreno auténticos.
Y es que solo este último tendrá unas aptitudes específicas y unas cotas físicas adecuadas para aventurarnos por firmes complejos como puedan ser pistas pedregosas o muy embarradas, así como terrenos arenosos o fuertes pendientes sobre firmes deslizantes.
Entonces, ¿Cuándo es recomendable el 4×4?
Entre los casos en que será ventajoso contar con cuatro ruedas motrices en un SUV se encuentra nuestra intención de acoplar una caravana o un remolque pesado. Además de facilitar el proceso de arrastre, se incrementará el grado de seguridad durante los trayectos.
Un buen argumento para elegir coches de tracción total o 4×4 es si vamos a tener que arrastrar remolques o caravanas habitualmente.
Un pequeño remolque no justifica por sí solo decidirse portracción 4×4, ya que nuestro vehículo podrá moverlo sin problemas con solo dos ruedas motrices.
Más o menos gastones
Otro motivo de la elección de un vehículo 4×2 o 4×4 pasa por el punto de vista del consumo. La causa principal de esta circunstancia es el incremento de peso general del automóvil provocado por la presencia de un mayor número de componentes mecánicos. En resumidas cuentas, el motor tiene que esforzarse algo más para mover esos kilos adicionales, lo que se traduce en consumo superior.
Ya lo sabes o intuías, los modelos de tracción 4×4 gastan más que los de tracción simple.
No se suele tratar de grandes variaciones, pero sí que esto supondrá un desembolso en combustible o electricidad que se evitará si se escoge un todocamino con dos ruedas motrices, siempre que lleguemos a la conclusión de que no precisamos uno con 4×4.
Mantenimiento, el otro factor
No hay que pasar por alto que ello también afecta al mantenimiento, pues a mayor número de piezas también se incrementan los costes de las revisiones, así como las posibilidades de averías mecánicas y de sus respectivas reparaciones.
Sin duda, saber elegir el tipo de tracción que vamos a necesitar nos va asegurar un mayor disfrute del vehículo sin tener que pagar excesivamente por ello.
Con todos estos argumentos sobre la mesa, solo será necesario realizar un análisis de nuestras circunstancias y prioridades para tomar la decisión más acertada en lo que respecta a la elección de si debemos optar por una configuración 4×2 o 4×4 en nuestro futuro SUV.