Lo básico que deberíamos saber sobre primeros auxilios en carretera
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Tener algunas nociones básicas y seguir unos sencillos pasos pueden ser claves para salvar una vida en la carretera
Los primeros instantes después de que tenga lugar un accidente de tráfico son verdaderamente cruciales para las consecuencias sufridas por las víctimas heridas. De hecho, tal y como afirman los expertos, entre el 30 y el 50% de los fallecimientos en este tipo de circunstancias suceden durante los primeros cinco minutos posteriores al siniestro. Por ello, la importancia de los primeros auxilios en carretera juega un papel fundamental.
Las lesiones más significativas o los motivos que acaban provocando la muerte en estos momentos iniciales tras un accidente están mayormente asociados a la obstrucción de la vía aérea o a problemas respiratorios. Con el objetivo de incrementar las opciones de que un herido grave sobreviva, es clave que la intervención de los profesionales sanitarios sea inferior a los 15 minutos.
Reacción decisiva
Sin embargo, es habitual que otros usuarios de la vía se encuentren con un accidente antes de que la ambulancia haga acto de presencia. Si somos nosotros quienes advertimos una situación como ésta, debemos tener en cuenta que nuestro papel puede resultar decisivo hasta que aparezcan los equipos sanitarios.
Para actuar adecuadamente, es importante seguir diversas recomendaciones. La primera y más importante es seguir el llamado protocolo de accidentes PAS, que te detallamos en este artículo. Este acrónimo significa Prevenir, Avisar y Socorrer, pasos que debemos seguir por la seguridad y la integridad tanto de los accidentados como de nosotros mismos.
Auxiliar a las víctimas
En este caso, nos vamos a centrar en el último paso, en el hecho de socorrer a las víctimas en esos primeros minutos tras haber cumplido previamente los dos pasos anteriores. El trabajo de un sanitario profesional es siempre la mejor alternativa, pero en ocasiones el tiempo juega en contra y una intervención rápida y eficaz por nuestra parte puede salvar una vida.
En este momento surgirá la importancia de los primeros auxilios en carretera. Para ello, será de gran relevancia tener una serie de nociones y seguir ciertos consejos para poner en práctica las técnicas necesarias de la manera oportuna.
Si la víctima se encuentra dentro del vehículo, solo debemos sacarla si su vida corre peligro, como por ejemplo si existe parada cardiorrespiratoria, se ha producido un incendio en el automóvil o puede haber riesgo de explosión. Para hacerlo deberíamos tratar de mover al herido en bloque, manteniendo alineada el eje cabeza, cuello y tronco para evitar males mayores en caso de lesiones medulares.
Las funciones vitales, lo más crucial
Lo primero que debemos hacer es comprobar las funciones vitales de la víctima. Tenemos que confirmar si respira y, en este caso, detectar si realiza un ruido similar a un ronquido al tomar aire. En este caso, es probable que la lengua esté obstruyendo la vía aérea.
Ello se debe a que en los heridos inconscientes existe una relajación generalizada que puede provocar que la lengua caiga hacía atrás obstruyendo la vía respiratoria. Para solucionar esto se puede realizar la maniobra frente-mentón en la que con una mano colocada por debajo de la barbilla y otra en la frente se inclina con suavidad la cabeza hacia atrás para forzar el desplazamiento de la base de la lengua y liberar el paso del aire.
Es importante también hablar al herido con tal de verificar su grado de consciencia y si responde de forma adecuada. Asimismo, debemos comprobar si existe alguna hemorragia, pues su control debe convertirse en prioritario, como veremos después.
Está inconsciente pero respira con dificultades
En caso de que veamos que la víctima se encuentra inconsciente y no respira de forma normal, lo más recomendable es tumbar al herido sobre su espalda, manteniendo la técnica de bloqueo cabeza, cuello y tronco y siempre que las condiciones lo permitan, hacerlo sobre suelo firme. Si se trata de un motorista, no debemos quitarle el casco.
Otro punto crítico es si somos capaces de detectar una parada cardiorrespiratoria. Evidentemente entramos en un aspecto más técnico tanto a nivel de detección y valoración de esta situación y que solo debería hacerla el personal cualificado, lo mismo que la propia maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) que se derivaría de ella. No obstante, podría darse el caso de la necesidad de actuar en esta situación, como un paro cardíaco evidente, y que tuviéramos realizar nosotros mismos esos primeros auxilios en carretera.
Nociones básicas
El manual dice que para realizar la maniobra de reanimación cardiopulmonar hay que colocar el sujeto boca arriba con los brazos estirados hacia abajo. En esta posición hay que colocar el talón de nuestra mano no dominante sobre el centro del pecho de la víctima y nuestra mano dominante encima de la otra para después comprimir el pecho del herido.
Esta operación debe llevarse a cabo con intensidad y con los brazos estirados, sin doblar los codos. Debemos emplear el peso de nuestro propio cuerpo para realizar el masaje, dejándolo caer con los brazos estirados sobre el pecho del herido.
Es necesario que comprimamos fuerte y rápido, sin detenernos, 30 veces a un ritmo de entre 100 y 120 por minuto. Cabe destacar que hay que dejar que el pecho vuelva a expandirse entre cada compresión. Tenemos que repetir esta operación sin detenernos hasta que llegue la ambulancia y la víctima quede en manos de los sanitarios.
Está inconsciente pero respira correctamente
En caso de que el accidentado se encuentre inconsciente pero respire bien, debemos colocarlo con cuidado en posición de recuperación (lateral con una pierna y brazos flexionados) procurando no moverle el cuello ni quitar el caso si es motorista. Al quedar el cuerpo estabilizado de forma lateral con los propios brazos y rodillas de la víctima, se facilita su respiración.
Hay que corroborar de forma constante que el herido sigue respirando y, si deja de hacerlo, debemos volver a valorar la necesidad de llevar a cabo la maniobra RCP explicada anteriormente.
Hemorragia abundante
Otra de las situaciones que podemos encontrarnos es que la víctima sangre de manera abundante a través de una herida. En este caso, debemos presionar (a ser posible con guantes) sobre la herida de forma directa y fuerte concentrando la presión en el punto de sangrado. Esto lo deberíamos hacer utilizando el material del botiquín que todos deberíamos llevar en el coche. Ante la falta de éste o la urgencia de la situación también se podría emplear alguna prenda de ropa enrollada en sí misma.
Si dicha prenda se empapa de sangre, no debemos retirarla, sino utilizar otra por encima y seguir presionando. Cuando la zona con hemorragia sea una pierna o un brazo, es preferible elevar esta extremidad a una altura superior a la del nivel del corazón de la víctima, sin dejar de presionar la herida.
En cualquiera de las circunstancias comentadas, no hay duda de que los primeros auxilios en carretera, ya que pueden ser definitivos para salvarle la vida a un usuario de la vía accidentado que nos encontremos mientras circulamos.