El control de descensos: un ángel de la guarda muy campero
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¿Sabes qué es y para qué sirve el control de descensos de tu SUV? Te explicamos cómo nació y todo lo que puede hacer por ti
Las ayudas electrónicas se han convertido en verdaderos ángeles de la guarda para los conductores en los últimos tiempos. Algunas se han ido extendiendo más recientemente, pero otras llevan ya tiempo entre nosotros. Una de ellas es el control de descensos, cuyas siglas son HDC por su nombre en inglés (Hill Descent Control) y del que os mostraremos cómo nació y cómo funciona el control de descensos.
Parece que fue ayer cuando esta tecnología daba sus primeros pasos, pero lo cierto es que ya hace casi un cuarto de siglo que comenzó a estar presente en el equipamiento de numerosos crossovers, SUV, todoterrenos y pick-up del mercado. Hoy en día, es bastante común encontrarlo en todos estos segmentos que disponen de cualidades específicas off road, aunque no necesariamente pasa por ser auténtico todoterreno, como tampoco que sean versiones 4×4 o 4×2.
Más de dos décadas
A lo largo de estos más de veinte años, dicho sistema ha servido de gran ayuda a muchos conductores a la hora de atreverse a superar grandes desniveles con su coche y hacerlo con garantías y de manera mucho más segura independientemente de su experiencia con todoterrenos o 4×4.
Para aquellos conductores que no han probado las ventajas de esta tecnología, pongámonos en situación. Supongamos que nos encontramos circulando por una pista de tierra y que aparece ante nosotros una fuerte pendiente descendente. No solo eso, sino que su ángulo nos hace dudar sobre si la motricidad del automóvil será suficiente para que las ruedas no pierdan adherencia, patinen y puedan generar una situación algo comprometida.
¿Y si hay barro o nieve?
La situación puede complicarse aún más si el firme está embarrado, nevado o con grava. En cualquiera de estos casos, para conservar el control en un vehículo sin caja reductora o sin equipar el control de descensos será necesario bajar poco a poco y empleando el freno de forma muy suave para mantener la adherencia. Por supuesto, siempre será más aconsejable contar con el HDC en situaciones como éstas.
Antes de entrar a detallar cómo funciona el control de descensos vamos a repasar cuáles fueron sus inicios. Fue la firma alemana Bosch la que introdujo esta tecnología por primera vez en un automóvil de calle. El modelo que tuvo el honor de estrenarla fue el Land Rover Freelander en su primera generación, allá por el año 1997.
Punto de inflexión
Obviamente, aquel primer HDC no era como los actuales en términos de eficacia, pues la técnica ha avanzado de forma abismal en todos estos años, pero lo cierto es que supuso un antes y un después en este ámbito.
En poco tiempo, el sistema se fue extendiendo a otros modelos de la marca británica de automóviles así como a otros fabricantes pasaron a integrar dicha tecnología para mejorar sus cualidades fuera de asfalto.
Equipamiento aventurero
Y así fue como, poco a poco, el control de descensos se convirtió en un sistema habitual y casi imprescindible con el paso de los años hasta hoy en día en los coches más aventureros del mercado. Y es que en la actualidad forma parte del listado de equipamiento de un gran número de modelos con ciertas aspiraciones camperas.
Para comprender su funcionamiento, podemos hacer un paralelismo con el del control de velocidad de crucero convencional, que se encarga de mantener de forma constante una velocidad establecida por el conductor mediante el control de la aceleración. Se trata de una tecnología muy útil para circular por autopistas o grandes rectas en general.
Solo hay que “dejar caer” el vehículo
Hay algunos sistemas que requieren que tengamos una marcha insertada y otros que no hace falta pudiendo utilizarlo en punto muerto, pero básicamente el control de descensos siempre mantendrá una velocidad constante durante las bajadas, por lo que el conductor no debe intervenir pisando ningún pedal y solo debe “dejar caer” el coche hacia la bajada con el volante bien controlado, eso siempre. Dos de las principales diferencias respecto al control de crucero consisten en que el HDC emplea los frenos de forma automática y está pensado, como es obvio, solo para rodar a bajas velocidades.
Para saber cómo funciona el control de descensos, debemos tener en cuenta el papel del conocido ABS o sistema antibloqueo de frenos. Y es que el HDC y el ABS trabajan de forma conjunta y es este último el encargado de activar los frenos de forma eficaz. Para ello, cada una de las ruedas se va frenando o desfrenando de forma precisa e independiente y según las necesidades de adherencia de todo el vehículo durante el descenso.
Activación manual
Este sistema no suele actuar de forma automática por sí solo, sino que es decisión del conductor activarlo o desactivarlo manualmente según las circunstancias ya sea mediante un botón, una palanca o a través de la pantalla digital. Habitualmente, en el cuadro de mandos suele aparecer un testigo que indica que está activado.
No obstante, cabe destacar que algunos de los automóviles más capacitados hoy en día de cara a fuera de asfalto integran avanzados sistemas off road que modifican numerosos parámetros del vehículo según las condiciones del terreno.
Última tecnología
Desde el comportamiento del motor hasta los saltos de marcha en cambios automáticos, el reparto del sistema del 4×4 cuando el vehículo tiene un sistema de reparto de par automático o la propia conducta de los pedales al pisarlos, son muchos los elementos que pueden verse variados automáticamente para poner las cosas más fáciles al conductor gracias a estos complejos y eficaces sistemas.
En algunos de ellos, el control de descensos puede trabajar de forma automática si el sistema off road del vehículo lo considera conveniente. En cualquier caso, para utilizarlo de forma adecuada cuando debamos emplearlo de manera independiente en nuestro vehículo, es importante saber cómo funciona el control de descensos y cómo puede facilitarnos las cosas en zonas aparentemente complicadas.