Gestión que nos toca pasar a todos los conductores tarde o temprano y que según dicen es para nuestra seguridad. Hoy te explicamos su naturaleza y cada cuanto se ha de pasar por ella
Muchos tenemos un concepto un tanto equivocado de lo que significa la ITV y casi siempre lo asociamos más a otro impuesto más sobre el usuario del vehículo que a una gestión útil o necesaria. Sin embargo, de ella depende el control del parque móvil, de su estado y sobre todo de nuestra seguridad final.
Primero el concepto
La Inspección Técnica de Vehículos, coloquialmente conocida como ITV, es un requisito administrativo que hay que tener en vigor cuando eres propietario de un vehículo de cierta antigüedad o con algún tipo de modificación o transformación.
Esta es una revisión oficial que sirve para certificar que nuestro vehículo se encuentre en buen estado para la circulación y no representa un peligro inmediato o futuro para nosotros o el resto de la circulación.
Cada uno tiene su ritmo
El periodo para el paso por esta inspección técnica dependerá del tipo de vehículo, si es automóvil, moto, ciclomotor, camión o autobús y también el tipo de uso que se le dé; si es para uso particular, público o de mercancías.
En general un vehículo para uso particular tendrá periodos más largos entre inspecciones que uno para uso comercial, industrial o servicio público, como un taxi, y en todos los casos dependerá de la antigüedad del vehículo en cuestión.
En la siguiente tabla podrás comprobar dichos periodos según el tipo de vehículo y su antigüedad.
Cada cuanto se pasa la ITV
Si tienes dudas de cuando te toca pasar la ITV o cuando es el límite para hacerlo por primera vez, deberás comprobarlo en la ficha técnica del vehículo. En esta tarjeta encontrarás la fecha exacta de matriculación de tu vehículo. Con ella deberás calcular la antigüedad -de tres a diez años- dependiendo el tipo de vehículo del que estemos hablando.
Si ya has pasado la ITV alguna vez la fecha límite se te indica orientativamente en el adhesivo que se coloca en el parabrisas -pensada para que los agentes puedan certificar su validez visualmente-, en la documentación que se te entregó en la ITV o por último, y mucho más práctico, mediante la app de la DGT miDGT(descarga gratuita) en la que se puede consultar tato la fecha límite como si el coche tiene una Inspección Técnica de Vehículos favorable o desfavorable.
Las consecuencias
Por último, recordar que, a partir de ese día límite, no tener la ITV vigente supone una infracción grave y puede derivar a una multa de 200 euros, además de la posible inmovilización del vehículo y/o la obligación de realizar dicho trámite en menos de 10 días o existe el riesgo que precinten el vehículo.
Actualmente ya hay cámaras de tráfico adaptadas para leer nuestra matrícula y comprobar si tenemos el seguro y la ITV en vigor y sancionar en caso de que sea negativo.
Además, actualmente ya no es necesario que un agente nos “cace” con la ITV caducada para recibir una sanción, pues tanto la DGT, como como los servicios de tráfico competentes, incluidos los ayuntamientos, cuentan con cámaras que registran nuestras matrículas en circulación y la cotejan automáticamente con sus bases de datos y si no tiene la Inspección Técnica de Vehículos al día nos mandarán la sanción y la obligatoriedad de pesarla igualmente.
Por otro lado, al margen de cada cuanto se pasa la ITV, no olvides que los seguros no suelen cubrir su prestación en un accidente si comprueban que el coche no está al día de la ITV.
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