¿Es el Aston Martin una copia del Red Bull?

Tras el Gran Premio inaugural disputado en Baréin, desde Red Bull empezaron a hablar del rendimiento del Aston Martin y desde el equipo de Milton Keynes aseguraron que no les sorprendió porque según ellos es una copia del Red Bull. “Me alegra ver a tres Red Bull en el podio”, soltó Checo Pérez en tono irónico en la rueda de prensa posterior a la carrera. La cosa tampoco ha ido a más pero lo realmente sorprende es que una copia, o llamémoslo una inspiración, aún escandalice a alguien.

El año pasado hubo un cambio de reglamento muy bestia que no se veía desde 2017. Por lo tanto, es totalmente normal que los equipos opten por diferentes vías para lograr el máximo rendimiento. Entonces, es lógico ver grandes diferencias entre monoplazas. Ahora bien, cuando se ve que un coche es claramente superior al resto lo normal es fijarse en su trabajo. Pasó con Mercedes en la era híbrida y está pasando ahora con los austriacos. Es algo normal. No se quedarán los otros con una idea que no funciona.

Es cierto que la mejora de Aston Martin de dos segundos y medio en un año es algo que asusta, y de aquí se entiende las críticas de Red Bull. Y sí, si nos fijamos, hay ideas muy similares. Los pontones de los británicos, como en casi todos los equipos, los tienen con un corte inferior y la caída en la parte posterior. Es algo que, por ejemplo, Mercedes no ha seguido, pero en cambio sus pilotos piden. Han intentado seguir con la suya, pero el nivel no es el mismo. Pero en esos pontones también se encuentran diferencias, como la depresión para mandar el aire al difusor. En el Red Bull no existe el ‘tobogán’ que sí han creado en el AM23. Las entradas de aire tanto en la parte superior como en la parte lateral también son distintas.

Aston Martin copia del Red Bull

Diferencias y similitudes

Otra de las diferencias importantes entre ambos monoplazas es el sistema de suspensión. Mientras que Red Bull usa un sistema Pull-Rod, en Aston Martin usan Push-Rod. Es decir, la varilla de empuje actúa por compresión en el monoplaza británico mientras que en el austriaco lo hace por tracción. Lo que sí es similar es que el brazo de la suspensión tiene una ligera curvatura, una idea pionera de los de Milton Keynes. Obviamente también existe la diferencia en todo lo que implica el paquete motor (propulsor + caja de cambios), ya que uno es cliente de Mercedes y el otro de Honda.

Para acabar de comparar, podemos encontrar otra similitud en la pequeña aleta de tiburón en la parte trasera de ambos monoplazas. Aunque también hay otras discrepancias en la parte delantera del coche. El alerón delantero del Aston Martin tiene un segundo flap mucho más agresivo que el de Red Bull y el final del morro es diferente. Mientras que en el coche de Verstappen y Pérez tiene una caída uniforme, en el de Alonso y Stroll se estrecha de forma más pronunciada cerca de la punta.  En definitiva, hay similitudes como es lógico pero decir que es un clon es un completo sinsentido.

Helmut Marko al final reculó también en sus acusaciones y dijo que todo se dijo en un tono de broma debido a la felicidad que supuso empezar el año con un doblete liderado por Verstappen. También es justo decir que una de las grandes cabezas pensantes de Red Bull, Dan Fallows, hizo las maletas el pasado año para recalar en Aston Martin. El que era jefe de aerodinámica de los austriacos ahora es director técnico en Silverstone. El británico no fue el único en irse con los ingleses y de hecho muchos también salieron de Red Bull para optar el proyecto de los de verde. “No es solo Dan Fallows quien pasó a Aston Martin, sino también otros empleados. Obviamente tienen buena memoria”, sentenció el ‘Dr Marko’. Así pues, es de lo más normal que lo que se haya aprendido en una casa, se aplique en otra. Es ley de vida.

Aston Martin copia del Red Bull

Todo menos una novedad

Por otro lado, se pueden poner las manos a la cabeza tanto como quieran pero hay muchos casos a lo largo de la historia de la Fórmula 1 donde se refleja que estas ‘copias’ han existido toda la vida. Durante la pretemporada 2020, el tema de los test en el Circuit de Barcelona-Catalunya era el enorme parecido entre el Racing Point y el Mercedes del año anterior. Muchos equipos incluso optaron por realizar quejas formales y protestar ante la prensa. Esa temporada fueron muy bien tanto Ocon como Checo. De hecho, el mexicano acabó la campaña ganando en Baréin. La primera de su vida.

Ocurrió un caso similar un poco antes con Haas y Ferrari en la pretemporada de 2018. El coche estadounidense era muy parecido al coche de Maranello de la temporada anterior. Christian Horner no dudó a referirse a ellos como el Ferrari de 2017. Su rendimiento también fue muy bueno en la zona media luchando con Renault hasta final de temporada para ser el mejor del resto. De hecho, si no fuera por las disputas internas seguramente lo habrían logrado.

Pero además es que Red Bull es uno de los clásicos en similitudes entre coches si vamos un paso atrás. Desde que compraron a Minardi y se estrenó el Toro Rosso en 2006, son varias las ocasiones en las que las diferencias entre el coche del ‘primer equipo’ y el equipo cliente eran mínimas. Incluso en 2007 y 2008, Red Bull Technologies fabricó el mismo monoplaza para ambos, pero adaptado al motor Renault para Red Bull y el motor Ferrari para el Toro Rosso. Lógicamente, el caso es distinto al hablar de dos equipos hermanos y por eso no hay discusiones como en el caso que estamos tratando. Pero el fin no deja de ser el mismo: lograr ser igual de rápido que los mejores.

Por lo tanto, está claro que las inspiraciones de otros equipos existen y no es algo que vaya a desaparecer. Lo importante es saber combinar esas ideas con las propias y sacar el máximo rendimiento del coche. De momento, Aston Martin son los que han dado con la tecla y como nadie apostaba por una mejora tan bestia empiezan las acusaciones. ¿Hay solución a esto? Probablemente no. Los equipos deben centrarse en seguir innovando.

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Viviendo el sueño de dedicarme al periodismo deportivo. Mi día a día está en la redacción de Mundo Deportivo siguiendo todo tipo de deporte, aunque sin duda mi gran pasión es el olor a gasolina. Con la suerte de haber trabajado en el terreno, sigo con la voluntad de aprender y crecer día a día con el mundo de las carreras a mi lado. Aún queda mucho para ver la línea de meta y solo queda dar gas.

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