El grupo automovilístico Stellantis, que en 2023 invirtió 110 millones de dólares en Archer, suma otros 55 a los 8,3 millones gastados en acciones el pasado mes de marzo.
Stellantis N.V. es socio estratégico de Archer Aviation Inc., empresa estadounidense que comercializa aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical con sede en San José, California (EE.UU.), desde 2020 a través de diversas iniciativas de colaboración, y es inversor de la compañía desde 2021.
La alianza alcanzada en su momento por las dos compañías estipulaba que Stellantis no solo suministraría a Archer tecnología y conocimientos avanzados de fabricación y personal experto, sino que también aportaría de inmediato capital propio para permitir la fabricación de aeronaves.
En cuanto a esto último, y para ser más exactos, se acordó que el grupo automovilístico internacional con sede en Ámsterdam, Países Bajos, aportara hasta 150 millones de dólares (algo más de 139M de euros) para su posible utilización por parte de la aeronáutica norteamericana en 2023 y 2024. Eso sí, todo ese dinero sujeto al logro de ciertos hitos empresariales por parte de Archer.
Pues bien, los buenos resultados obtenidos por el fabricante estadounidense con la última y más reciente prueba de vuelo realizada por el Midnight, su aeronave de despegue vertical insignia, han permitido la llegada adicional de 55 millones de dólares (poco más de 51M de euros) a Archer.
Más de 173 millones invertidos
Una última inversión que se suma a las operaciones de compra de 8,3 millones (unos 7,7M de euros) de acciones de Archer que Stellantis efectuó en el mercado abierto el pasado marzo, y a los 110 millones de dólares (unos 102M de euros) invertidos por la segunda en la primera el año pasado a través de una combinación de compras de acciones en el mercado abierto e inversiones efectuadas en virtud del acuerdo de financiación estratégica suscrito por ambas compañías. Es decir, Archer ya es una apuesta de 173,3 millones de dólares (unos 160.710 millones de euros) de Stellantis.
“Pocas cosas rivalizan con la emoción de ver volar un sueño. Aplaudo la innovación, la experiencia y el trabajo duro de los equipos de ingeniería y fabricación de Stellantis y Archer”, afirma Carlos Tavares, CEO de Stellantis. “Con esta inversión adicional en Archer, seguimos en camino hacia un futuro donde la libertad de movilidad se extiende más allá de las carreteras de hoy».
Gracias a esta nueva entrada de capital, Archer espera finalizar la construcción de su planta de fabricación de alto volumen en Georgia a finales de este año. Esta primera fase de la construcción es una instalación de unos 32.500 m2 en un emplazamiento de unos 404.000 m2 diseñado para apoyar la producción de hasta 650 aeronaves al año, lo que la convertiría en una de las instalaciones de fabricación más grandes por volumen de la industria aeronáutica.
El objetivo de Archer con esta instalación sigue siendo establecer una fábrica que pueda apoyar sus planes de comercialización aprovechando la experiencia de Stellantis como fabricante por contrato.
“El compromiso de Stellantis con Archer ha sido incomparable, desde su previsión de proporcionar la experiencia de producción y el capital necesarios para acelerar los objetivos empresariales de Archer, hasta la visión estratégica y el firme apoyo del CEO de Stellantis, Carlos Tavares”, señala Adam Goldstein, CEO de Archer. “Juntos, estamos trabajando para redefinir el transporte urbano y abrir nuevos mundos de oportunidades para los ciudadanos de todo el planeta proporcionando un acceso más eficiente a las personas, lugares y eventos en las regiones donde viven”.
Así es el Midnight
Hablamos de una aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical (o eVTOL), con una carga útil prevista de más de 1.000 libras (453.59 kg) y capaz de transportar hasta cuatro pasajeros más el piloto.
El Midnight, además, cuenta con una autonomía de 160 kilómetros; y está optimizado para trayectos cortos consecutivos de unos 32 km, con un tiempo de carga intermedio de 10 minutos.
El objetivo de Archer –y por ende de Stellantis– es transformar los desplazamientos urbanos sustituyendo los trayectos de 60-90 minutos en coche por vuelos de unos 10-20 minutos en aerotaxis eléctricos seguros, sostenibles, silenciosos y capaces de competir en costes con el transporte terrestre.
