Sin prisa, pero sin pausa. Esta es la cadencia con la que Fiat va afianzando su camino hacia el objetivo de ser una marca totalmente eléctrica en 2027.
Así lo reconocía Alejandro Noriega, Director de Fiat y Abarth para España y Portugal- en un reciente encuentro para presentarnos las versiones electrificadas de todo su catálogo de productos y, de paso, transmitirnos unas fundadas ilusiones de cara al próximo 2023, “un año de muchas novedades para Fiat que, como Abarth, tiene su propio plan y su propia independencia dentro de la seguridad que implica estar bajo un paraguas tan sólido como es el Grupo Stellantis”, afirmaba el directivo.
La hoja de ruta hacia esta absoluta descarbonización pasa no solo por las diversas rutas que brinda la tecnología. También transcurre a través de los caminos de lo emocional, y por ello Noriega nos ayuda a entender un poco mejor ese concepto bautizado como “Dolce Vitta”, que tantas alegrías ha dado a la marca italiana: “las pequeñas cosas de la vida son lo que realmente nos interesan. En Fiat somos coches, sí, pero sobretodo somos italianos. Coches italianos capaces de llevarnos hacia esa ‘dolce vita’, vehículos capaces de proporcionarnos placer en el goce de utilizarlos a diario. Cosas pequeñas, tal vez, pero que nos provocan una gran satisfacción cuando las utilizamos”.
Solidarios, ecológicos, y urbanitas
Fieles a esta filosofía, en Fiat quieren posicionarse como productores de vehículos eminentemente urbanos, muy respetuosos con el medio ambiente y a la vez solidarios con la sociedad que les acoge.
El éxito de la marca turinesa en el terreno de los vehículos comerciales sigue una velocidad de crucero más que notable. Ahora, no obstante, el rumbo para este viaje vive un ligero movimiento de timón enfocado hacia la movilidad eléctrica, también para esta tipología de vehículos que tan buenos resultados comerciales ha proporcionado a la marca.
Además, esta consideración hacia el medio ambiente y para una movilidad más racional tiene su expresión en los acuerdos que Fiat ya ha puesto en marcha con algunas compañías de car sharing en nuestro país, una clara muestra de coherencia con esos principios tan inspiradores que nos describía Alejandro Noriega.