Fotos: Toyota / Ferrari / Inter Europol

6 Horas de Portimao: victoria del Toyota #8, podio del Ferrari de Molina y primer éxito de un LMDh en el WEC

El WEC ha llegado a Europa con las 6 Horas de Portimao. Una cita antagónica a las 1.000 Millas de Sebring por la enorme diferencia entre ambas pistas. Sin embargo, la cita en el Algarve ha confirmado lo visto en Florida. La segunda ronda del campeonato ha terminado con una nueva victoria de Toyota por delante de Ferrari, aunque sin doblete de unos y otros. El tercer puesto ha sido para Porsche.

En concreto, el triunfo ha sido para el Toyota #8 de Sebastien Buemi, Brendon Hartley y Ryo Hirakawa tras una sólida actuación en la que no han dado opciones a sus rivales. El Ferrari #50 en el que compite Miguel Molina ha sido segundo, mientras que la tercera posición ha sido para el Porsche #6, en el que es el primer podio de un LMDh en el Mundial.

Drama para el Toyota #7

El Toyota #8 partía en pole tras una gran clasificación de Brendon Hartley, pero era el #7 el que se hacía con el liderato en una salida tan limpia como ajustada, en la que incluso había varios algunos toques que no llegaban a mayores. La primera hora de carrera trascurría con el Toyota #7 por delante del #8 hasta que intercambiaban posiciones, con los dos prototipos japoneses escapándose de los Ferrari vuelta a vuelta.

Con el primer stint completado, los Toyota ya tenían más de 20 segundos de ventaja sobre el mejor de los Ferrari 499P. Aunque el #51 rodaba por delante de su hermano durante un buen tramo de la primera hora, un doblaje mal ejecutado permitía al #50 colocarse tercero. Pese a ser la mejor alternativa a Toyota, la firma italiana se encontraba con la oposición del Porsche #6. Las altas temperaturas jugaban en contra del hypercar italiano.

Nuevo podio del Ferrari #50 en una carrera muy complicada por las altas temperaturas.
Nuevo podio del Ferrari #50 de Miguel Molina en una carrera muy complicada por las altas temperaturas.

Si en el primer paso por boxes las posiciones del Toyota #8 y del #7 se intercambiaban, el golpe de gracia para el LMH de Kamui Kobayashi, ‘Pechito’ López y Mike Conway llegaba a los pocos minutos. Un fallo en un sensor de la transmisión, elemento que arrojaba datos sobre torque y energía incorrectos, obligaba al Toyota #7 a pasar por boxes. La FIA exigía a la marca cambiar el semieje completo. Como resultado, el #7 perdía siete vueltas.

El calor aprieta, los frenos y las gomas sufren

El Toyota #8 se quedaba solo ante el peligro, aunque sin rivales que le hicieran sufrir. El calor presente en Portimao suponía la mayor amenaza ante cualquier fallo mecánico, aunque a la hora de la verdad afectase más al resto de competidores. El Ferrari #51 acusaba problemas de frenos en última instancia, todo después de que el Vanwall #4 pilotado por Jacques Villeneuve acabase contra las barreras, también por problemas de frenos.

Hasta el accidente del Vanwall Vandervell 680 LMH, la carrera trascurría con un guion bastante plano. Los Ferrari volvían a sufrir una mayor degradación, lo que permitía al Porsche #6 ser un incordio para los pilotos del ‘Cavallino Rampante’, incluso con un ritmo ligeramente inferior. El Safety Car no cambiaba nada en la categoría reina, ya que con una hora por delante el Toyota #8 ya tenía una vuelta de ventaja, por lo que la neutralización no hacía daño a los líderes.

Con esa vuelta de renta, el Toyota #8 surcaba la última hora de carrera para lograr la victoria sin oposición alguna. Por su parte, el Ferrari #50 de Miguel Molina se hacía con la segunda plaza, logrando así el segundo podio consecutivo. Por su parte, el Porsche #6 era tercero en meta, aunque lejos del Ferrari. Eso sí, la marca alemana ya tiene su primer podio en el WEC tras ganar también su primera carrera en IMSA. El Porsche 963 LMDh progresa adecuadamente.

La cuarta posición ha sido para el Cadillac #2, en una carrera muy sólida de Earl Bamber, Alex Lynn y Richard Westbrook en un escenario que, a diferencia del resto de marcas, Cadillac no conocía previamente. Por su parte, el Peugeot #94 era quinto, en una carrera en la que la firma gala ha mostrado una mejor cara, pero en la que el mejor 9X8 ha terminado a tres vueltas del ganador.

Los otros ganadores de las 6 Horas de Portimao

Dejando a un lado la clase reina, United Autosports ha logrado un gran doblete en LMP2. Los dos prototipos del equipo británico han sido grandes protagonistas de la carrera, todo con el permiso del ORECA #63 de Prema, por momentos líder de la carrera. Sin embargo, el Safety Car sí que jugaba en cierta medida en favor de United Autosports y la victoria final era para el #23 de Josh Pierson, Giedo Van der Garde y Oliver Jarvis. El #22 era segundo y el #41 de WRT tercero.

El equipo Inter Europol se tenía que conformar con la décima posición de la categoría. Un resultado que no hace justicia al trabajo del equipo ni al ritmo de Albert Costa. De hecho, el español dejó el ORECA #34 entre los cinco mejores y con opciones incluso de subir al podio. Sin embargo, el Safety Car de la quinta hora condenó al prototipo de piloto catalán.

El gran trabajo de Albert Costa con el LMP2 de Inter Europol no tuvo premio por culpa del Safety Car.
El gran trabajo de Albert Costa con el LMP2 de Inter Europol no tuvo premio por culpa del Safety Car.

Por su parte, en LMGTE-Am la victoria ha sido para el Corvette #33. Mismo resultado que en Sebring, pero con un final de carrera más ajustado. De hecho, el Ferrari #83 cruzó meta a 260 milésimas del ganador. Alessio Rovera intentó por todos los medios dar la victoria a Richard Mille, pero no fue posible. El Porsche #85 de las chicas de Iron Dames completaba el podio entre los GTE.

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Redactor, casi por accidente. Desde muy pequeño me gustaron los 'cochecitos de colores' y lo que empezó como afición, con el paso de los años se ha convertido en mi modo de vida. Una década después puedo decir que he cubierto eventos en directo de Fórmula 1, MotoGP, WRC, DTM o del ya extinto WTCC.
Todavía me considero un 'rookie' y tengo cuentas pendientes, entre ellas vivir unas 24 Horas de Le Mans en directo o cubrir el Dakar desde el bivouac del rally. Mientras logro alcanzar estos sueños, no le digo nunca que no a una carrera. Eso sí, reconozco que mi gran debilidad es el WRC, porque el freno de mano puede hacer de una curva una auténtica obra de arte.

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